Un nuevo atentado coloca a Francia en estado de máxima alerta terrorista

«Si somos atacados una vez más es por nuestros valores, por nuestro gusto por la libertad, por esa posibilidad de creer libremente y de no ceder ante ningún espíritu terrorista. Y lo digo claramente: no cederemos nada», añadió Macron, que trasladó el apoyo de toda la nación «a los católicos de Francia y de otros lugares». Los líderes de los 27 países de la Unión Europea también condenaron el ataque e hicieron un llamamiento al «diálogo y el entendimiento entre comunidades y religiones, en vez de la división».

Entre los fallecidos en el templo de Niza se encuentra Vicent Loqués, el sacristán laico de esta basílica católica. Este hombre, de unos 50 años y padre de dos hijas, fue degollado por el terrorista. También murió en el ataque una mujer de 70 años, que estaba rezado en el templo y que fue casi decapitada. La tercera víctima, una mujer de unos 40 años, logró escapar gravemente herida y refugiarse en un café cercano a la iglesia, pero falleció minutos después del ataque.

El ataque tuvo lugar alrededor de las nueve de la mañana, media hora después de que la basílica abriera sus puertas. El agresor, que resultó herido de bala por la Policía poco después del ataque, fue trasladado al hospital, donde se encuentra en estado grave y vigilado por la Policía.

El autor del atentado, de 21 años de edad, es un inmigrante tunecino, según detalló el Fiscal antiterrorista francés, y se acercó de forma amenazante a cuatro policías, gritando 'Allah Akbar' (Alá es el más grande)». Habría llegado a París el pasado 9 de octubre y viajó a Niza en tren, según las imágenes de vídeo analizadas, en las que aparece en la estación, a solo 400 metros de la basílica.

Esta Fiscalía anunció que ha abierto una investigación por «asesinato relacionado con un acto terrorista, tentativa de asesinato relacionado con un acto terrorista y asociación de malhechores con fines terroristas». Por su parte, Macron anunció que aumentará el número de militares que participan en operaciones antiterroristas para proteger sitios claves de país, como las iglesias y las escuelas. De esta forma, el número de soldados desplegados en llamada 'Operación Centinela' pasarían de 3.000 a 7.000, precisó el mandatario, que ha convocado mañana un Consejo de Defensa para analizar la amenaza.

El Gobierno francés también elevó al máximo el nivel de alerta de su dispositivo de vigilancia antiterrorista 'Vigipirate', según anunció el primer ministro Jean Castex en la Asamblea Nacional. El nivel de «urgencia atentado» de 'Vigipirate' se activa tras un atentado para evitar réplicas o si se tienen evidencias de que un grupo terrorista prepara un atentado inminente. Permite la movilización excepcional de medios, así como difusión de informaciones susceptibles de proteger a los ciudadanos en una situación de crisis, precisa la web del Gobierno.

El ataque de Niza fue el peor de una serie de incidentes que este jueves tuvieron lugar en diferentes partes de Francia. En Aviñón, la Policía francesa abatió a un hombre con un cuchillo que intentó atacar a unos agentes. Según los medios locales el asaltante habría gritado 'Alá Akbar', sin embargo, fuentes policiales indicaron después que previsiblemente el sospechoso tenía problemas psicológicos.

En Lyon, las fuerzas de seguridad detuvieron a otro hombre -de nacionalidad afgana- que iba armado con un cuchillo de treinta centímetros. El sospechoso, que estaba en el radar de los servicios de Inteligencia, previsiblemente se disponía a llevar a cabo un ataque dentro de un tranvía.

Fuera del territorio francés, un hombre fue arrestado después de apuñalar a uno de los guardias del consulado de este país en Yeda (Arabia Saudí) y que resultó herido leve. Las autoridades de Riad se sumaron a la ola de críticas del mundo musulmán a Francia por la publicación de caricaturas de Mahoma, con motivo del inicio del juicio por el atentado en la sede de la revista satírica 'Charlie Hebdo'.