Borrell echa al cónsul que dijo que España no vetaría a Escocia independiente en la UE

El diplomático de carrera publicó en el diario 'The National' de la capital escocesa que Borrell «ha declarado recientemente que España no bloqueará la entrada de Escocia en la UE si la independencia se consigue legalmente». Esa, apostilló, «ha sido siempre la intención del Gobierno español».

Vecino respondía al eurodiputado y vicepresidente del grupo popular Esteban González Pons, que había comentado en el diario de Edimburgo 'The Herald' que España «vetaría» el ingreso inmediato en el club comunitario de una Escocia separada del Reino Unido. El nuevo estado, añadió, tendría que «hacer cola» detrás de otros países aspirantes al ingreso, como Turquía, Serbia o Montenegro.

La opinión del representante diplomático español en Edimburgo fue muy bien recibida por el Gobierno escocés de Nicola Sturgeon, y un portavoz oficial declaró que «se agradece y es bienvenida» la posición de España «al respecto del lugar que ocuparía una Escocia independiente en la Unión Europea».

Exteriores reaccionó de inmediato para dejar claro que esa no era la postura del Gobierno de España, y destituyó al cónsul general el pasado jueves, el mismo día que se conoció la carta. El despido se hará efectivo en cuanto se cumplan los trámites legales. Un portavoz del Ministerio comentó que el diplomático «no ejerce funciones de representación política de España» y, además, «no corresponde» a un cónsul hacer este tipo de comentarios sin la conformidad del embajador de España en el Reino Unido o de la Dirección de Información Diplomática del Ministerio.

Vecino se defendió con el argumento de que escribió la carta a título «particular» y que pretende «aclarar» el asunto con la Subsecretaría de Exteriores. Algo que ya no podrá hacer en vista de la fulminante destitución.

Los argumentos del cónsul contravienen toda la estrategia internacional de España respecto a Cataluña y su eventual ingreso en la UE si se declara independiente. El Gobierno, en consonancia con las autoridades comunitarias, sostiene que esa incorporación no se podría producir por el veto de los socios, y de sortear ese obstáculo tendría que empezar de cero y detrás de otros países aspirantes a lograr el ingreso.

No es la primera vez que Asuntos Exteriores tiene problemas con los cónsules, aunque hasta ahora había sido con representantes honorarios en España. Borrell pidió y logró el pasado octubre la destitución del cónsul de Grecia en Barcelona, Fernando Turro, por acudir en 2017 a una manifestación de la Diada con una camiseta estelada. También participó en un acto público de apoyo a Carles Puigdemont.

El Gobierno de Mariano Rajoy provocó que Finlandia despidiera a su representante honorario en la capital catalana, Albert Ginjaume, por participar en actos soberanistas. El mismo camino siguió el de Letonia, Xavier Vinyals, por desplegar una bandera independentista en la fachada del consulado en 2016. También el de Filipinas, Jordi Puig, se quedó sin representación honoraria por sumarse a una manifestación durante la huelga general del 3 de octubre de 2017 en Cataluña.

El departamento que entonces dirigía José Manuel García Margallo convenció a Bulgaria para que prescindiera de su cónsul honorario, el exfutbolista Hristo Stoichkov, por tachar de franquista a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.