Descubren una 'pequeña Pompeya' bajo un cine de Verona

Aunque se sabe desde hace al menos 15 años que existen vestigios de época de la Antigua Roma bajo el local del cine Astra, cerrado desde hace años y situado en el centro histórico de Verona, no ha sido hasta ahora que se ha tomado conciencia de la riqueza de los restos gracias a las últimas excavaciones. El hallazgo confirmaría la importancia que tenía la ciudad para los romanos, que la consideraban un significativo bastión desde el que controlar el norte de Italia y las vías que comunicaban con los Alpes y con otras urbes significativas como Mediolanum (la actual Milán) o Genua (Génova). El magnífico anfiteatro romano de Verona es el mejor testigo de aquella importancia.

«Como en otros contextos ciudadanos, un incendio parece haber puesto fin al uso del complejo», explicó en un comunicado la Superintendencia para la arqueología, las bellas artes y el paisaje de las provincias de Verona, Rovigo y Vicenza. Este organismo informó del hallazgo de restos caídos de los techos, así como de un mueble de madera carbonizado que se encontraba en un espacio que, pese a la destrucción del incendio, «ha conservado intactos los magníficos colores de las paredes, decoradas con frescos del II siglo». También se ha encontrado el sistema de calefacción, así como pavimentos originales embellecidos con mosaicos y otras piezas incrustadas.

Como ocurrió igualmente en Pompeya, Herculano y otras tantas ciudades, también en este edificio de Verona un incendio «marcó de manera imprevista el final del complejo», aunque dejó «trazas del último escenario de vida». Se espera que en los próximos días la Superintendencia para la arqueología ofrezca información ulterior sobre los detalles del hallazgo, el desarrollo de las excavaciones y las perspectivas futuras del descubrimiento.

Tras años en los que proyectó películas para los veroneses, el Astra corrió la misma suerte que otras muchas salas cinematográficas situadas en el centro de las ciudades y tuvo que cerrar sus puertas. Permaneció abandonado hasta que, en 2010, las autoridades dieron luz verde al proyecto impulsado por sus nuevos propietarios, que preveían convertir el cine en un centro comercial de tres plantas. Las obras, en principio, contaron con el visto bueno de la Superintendencia, hasta el punto de que estaba previsto la construcción de una pasarela para permitir que los visitantes, mientras iban de tiendas, pudieran disfrutar de los restos romanos que hay bajo el edificio.

Con los últimos hallazgos, la ciudad puede haber perdido un centro comercial, ganando en cambio un atractivo cultural que se suma al anfiteatro o a la Casa de Julieta.