Bélgica cierra el comercio no esencial un mes para contener la segunda ola del coronavirus

Los responsables de los gobiernos federal y regionales del país han acordado tras más de seis horas de reunión esta nueva vuelta de tuerca ante un riesgo de colapso hospitalario que podría ser inminente. Las nuevas disposiciones se armonizan para el conjunto del país aunque algunas regiones, como es el caso de Valonia, que está siendo la región más castigada en estos momentos, podría ir más lejos.

De entrada se cierran los establecimientos no esenciales (moda, calzado, peluquerías, electrónica de consumo, etcétera), aunque se deja abierta la posibilidad de realizar reservas online en algunos de estos establecimientos y recoger los pedidos en el mismo centro, algo que no se permitió durante el confinamiento de la pasada primavera. La situación del sector, en cualquier caso, se revisaría en un mes, el 1 de diciembre.

Bares, restaurantes y cafeterías han ido bajando la persiana de forma escalonada en las últimas semanas. Lo mismo ha sucedido con gimnasios, centros culturales y polideportivos sin que los efectos se hallan notado aún en la estadística de contagios. «Este virus tiene un coste económico muy elevado. No defraudaremos a nadie», ha subrayado el primer ministro Alexandre De Croo en la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión. Habrá ayudas, ha planteado.

El teletrabajo se convierte en «una obligación» que irá acompañada de controles rigurosos en aquellas empresas que pueden llevarlo a cabo, pero no lo están haciendo. Y de mayor vigilancia en los centros en los que no es posible en cuanto a las medidas de seguridad que han de seguirse. Asimismo el toque de queda se mantiene entre la medianoche y las seis de la madrugada con carácter general, aunque Bruselas o Valonia ya llevan una semana con una prohibición más estricta (desde las diez de la noche).

Y se desinfla la que hasta ahora se consideraba 'burbuja de seguridad'. De las cuatro personas que podían recibirse en un domicilio, a partir del domingo solo se autorizará una, que debería ser siempre la misma durante al menos una semana. En los lugares públicos, reuniones de no más de cuatro, de carácter puntual, y siempre guardando las medidas de prevención (distanciamiento físico y mascarilla). Para otros actos privados como el caso de funerales, se marca el límite en 15 asistentes desautorizándose cualquier recepción con comidas grupales. Con motivo del Día de Todos los Santos, festivo también aquí, los lugares de culto permanecen abiertos pero servicios como misas no están autorizados.

Y en lo que se refiere a la actividad educativa, Bélgica opta (de momento) por una opción intermedia. Muchas escuelas cerraron sus puertas ya el miércoles como avance de las vacaciones de otoño, que tradicionalmente suman una semana desde el 1 de noviembre. Ahora se plantea suspender la educación presencial otra semana más; en Primaria, hasta el lunes 16. A partir de esa fecha se optará por un modelo mixto en Secundaria (presencial y a distancia) y en el caso de las universidades todas las clases serán telemáticas hasta mediados de diciembre.