Los abogados de Assange pedirán a Macron que le conceda asilo político

El equipo legal internacional, coordinado por el exmagistrado Baltasar Garzón, busca evitar de todas las formas posibles su entrega a EE UU, donde podría enfrentarse a 175 años de condena por 18 presuntos delitos de espionaje, un proceso que, según su defensa, va más allá de la suerte de un hombre y en el que está en juego «la defensa de la libertad de expresión, la libertad de acceso a la información y el derecho que todos los ciudadanos tenemos a conocer las arbitrariedades cometidas desde el poder», dijo este jueves Garzón en París.

Los abogados no quisieron ahondar en las informaciones sobre el indulto que supuestamente ofreció Donald Trump en 2017 a Julian Assange a cambio de negar la participación rusa en la filtración de los correos electrónicos de la campaña de Hillary Clinton un año antes. La revelación la hizo esta semana una de las letradas del australiano en una vista previa del juicio de extradición en Londres, pero Garzón señaló este jueves que «todas esas importantes evidencias» se expondrán por la defensa a partir del martes en el juicio. «No seríamos demasiado buenos abogados si reveláramos la estrategia», apostilló el exmagistrado en una conferencia de prensa organizada por Reporteros sin Fronteras.

Assange difundió en 2010 los registros militares estadounidenses de la guerras de Afganistán e Irak y miles de cables diplomáticos que revelaron abusos de los Derechos Humanos en todo el mundo. Ese año fue detenido en Reino Unido a petición de Suecia por una acusación de violación, hoy archivada, como han recordado los letrados. Estuvo bajo arresto domiciliario hasta que se se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres durante 7 años hasta que, en un giro en la política del país, le retiró el asilo en abril de 2019 y fue detenido.

Desde entonces se encuentra en una prisión de alta seguridad, donde ha permanecido gran parte del tiempo en aislamiento total hasta hace pocas semanas, lo que ha deteriorado su salud física y mental, según denunció un colectivo de médicos en la prestigiosa revista médica 'The Lancet'. Actualmente «está en contacto con otros seres humanos», dijo Dupont-Moretti, pero «tiene dificultades para expresarse, su estado se ha ido deteriorando y pasa mucho tiempo acostado».

Garzón aseguró que en el juicio que comienza el lunes acreditarán cómo Assange «fue objeto de un verdadero espionaje dentro de la Embajada de Ecuador» a través de la empresa de seguridad española encargada de su protección, una firma que, según el coordinador de su defensa, «colaboró con instituciones de EE UU para obtener información sensible» del informático, que luego el Gobierno de Lenín Moreno entregó a las autoridades de Washington «haciendo que a día de hoy es prácticamente imposible ejercer una defensa con visos de eficacia».

En paralelo a la estrategia de defensa, los letrados franceses están «analizando el canon jurídico» que les permitiría hacer la demanda de asilo en Francia. Una cuestión compleja ya que Assange -que registró el dominio 'WikiLeaks' en Francia- no puede presentar una demanda de asilo ordinaria porque se encuentra encarcelado en Reino Unido. La Constitución francesa permite, sin embargo -y esto es lo que los letrados quieren presentar a Macron-, conceder asilo político a extranjeros perseguidos por su trabajo en favor de la libertad, como hizo en 1978 con el ayatolá Jomeini.