«Escuché gritos que jamás olvidaré»

El periodista del diario 'Nice Matin' Damien Allemand cuenta que el espectáculo pirotécnico ya había terminado y que la multitud empezaba a retirarse cuando escucharon el ruido y los gritos. 'El camión de la muerte', como se refiere al vehículo, "ha pasado a unos metros de mí y no he reaccionado. He visto cuerpos volar como si fuesen bolos. Escuché gritos que jamás olvidaré. 'Pónganse a cubierto', 'No os quedéis ahí', '¡Dónde está mi hijo!', eso he oído a mi alrededor", declara.

Otro periodista de la agencia AFP, Robert Holloway, que presenció los hechos y evitó por poco ser arrollado, describe la situación como un "caos absoluto". Mientras que Roy Calley, periodista de la BBC, agrega que "fue una situación muy impactante porque hasta ese momento había una atmósfera de celebración, con fuegos artificiales fantásticos y tristemente terminó de esta forma". Por otro lado, un testigo ha asegurado en sus declaraciones al diario francés 'Le Monde' que "había cuerpos cada cinco metros, sin vida, desmembrados".

Un escenario lleno de niños

Dado que el festejo involucraba la pirotecnia, cientos de padres se acercaron con sus hijos a ver el espectáculo. Tras la masacre, al menos 50 niños han sido hospitalizados, dos ya han fallecido y "otros siguen entre la vida y la muerte", según un responsable del centro pediátrico.

Los testimonios desgarradores dan una idea de lo que tuvieron que presenciar los menores, aunque algunos de ellos jamás lleguen a contarlo. Najate, de 52 años, se disponía a cruzar esta avenida costanera en el momento de los hechos, ella dice que "escuché un bum, me di la vuelta y vi el camión acelerando, y cuerpos que salían disparados. Se notaba que quería causar el máximo de víctimas. Iba rápido, y era horrible. Vi a un padre con su hijo de dos años en brazos. El pequeño estaba muerto".

Laroussi, un turista tunecino que se encontraba en la playa, ha agregado que "el camión iba a 120 o 150 km por hora. Se dirigió hacia el casino, y la gente se volvió loca. Vi a un niño cortado en dos, y su carrito estaba intacto".

No hay víctimas españolas hasta el momento

El Gobierno ha confirmado que hasta ahora no hay constancia de víctimas españolas, pero tanto residentes como turistas españoles que se encontraban en la ciudad en el momento del ataque han colaborado con sus testimonios a esclarecer la situación. "La ciudad está aterrada", comenta Iván, un español residente en Niza. Otra testigo de la península, María Navarro, explica que "la gente corría como si fueran los Sanfermines. Los coches se saltaban los semáforos y conducían en dirección contraria".

Una estudiante, también española agrega que "he escuchado algo que parecían tiros. La gente corría alrededor, llorando, sus caras eran terribles. Estábamos dentro del coche y yo ya no me sentía nada segura". Mientras que otra joven, Maialen Martínez, que reside actualmente reside en Niza con una familia francesa, cuenta que "Pensé que nos iban a matar a todos".