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EFE
Domingo, 5 de junio 2016, 09:15
Italia vive hoy una jornada electoral para renovar los ayuntamientos de importantes ciudades como Roma o Milán y los comicios han sido planteados como una examen al Gobierno de Matteo Renzi, a pesar de que éste haya rechazado tal consideración.
Alrededor de trece millones de ... italianos votan este domingo para renovar las administraciones locales de 1.342 municipios, entre ellos veinticinco capitales de provincia y siete capitales de región: Roma, Milán, Bolonia, Nápoles, Cagliari, Triste y Turín.
Las urnas permanecerán abiertas hasta las 23.00 locales (21.00 GMT), cuando dará inicio el escrutinio, y está prevista una segunda vuelta el 19 de junio en las ciudades de más de 15.000 habitantes en las que ningún partido alcance el 50 por ciento de los votos.
Estas elecciones se entienden como un examen al grado de aprobación del que goza el Ejecutivo de Matteo Renzi, quien gobierna sin haberse presentado a las elecciones, del mismo modo en que lo hicieron sus antecesores en el cargo, Mario Monti y Enrico Letta.
Renzi ha señalado en varias ocasiones que estos comicios no son en ningún caso un plebiscito sobre su gabinete si bien, sus contrincantes políticos y los analistas, a falta de elecciones generales, se empeñan en defender lo contrario.
Quizá la partida más importante se juegue en la capital del país, Roma, un ayuntamiento intervenido desde el pasado noviembre debido a sus incontables polémicas, las infiltraciones mafiosas, su tempestuosa gestión y a una ruinosa situación financiera.
Es precisamente en Roma donde se refleja la fragmentada situación política que vive el país, al contar con cinco candidaturas, más que en el resto de ciudades, a causa principalmente de las divisiones internas en la izquierda y en la derecha.
Ante esta situación, la gran favorita en todos los sondeos es la candidata del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Virginia Raggi, quien de confirmarse los pronósticos, daría al partido populista fundado por Beppe Grillo su primera capital de calibre.
En el lado del centroizquierda, Renzi ha apoyado en Roma al candidato de su formación, el Partido Demócrata (PD), Roberto Giachetti, que venció unas discutidas primarias y que tiene como contrincante, entre otros, a un antiguo correligionario: Stefano Fassina.
Fassina, viceministro de Economía en el Gobierno de Letta, se presenta a las elecciones en Roma como cara visible de una lista de izquierdas después de abandonar el PD por sus discrepancias con el primer ministro, aunque lo hace con pocas posibilidades de éxito. Por otro lado, en la derecha, los conservadores italianos deberán decantarse en Roma por una de las dos listas que concurren: la del millonario Alfio Marchini, apuesta de Silvio Berlusconi, o la de Giorgia Meloni, líder de la ultraderechista "Hermanos de Italia" y embarazada de varios meses.
Estas dos listas reflejan las frustradas negociaciones de los últimos meses en los que Berlusconi, Meloni y su principal valedor, Matteo Salvini, líder de la xenófoba Liga Norte, han tratado infructuosamente de alcanzar un acuerdo para presentarse juntos.
El guirigay en la derecha italiana tiene que ver con la rivalidad que enfrenta a Salvini, cuya popularidad parece en alza, y Berlusconi, que trata de mantenerse en la primera línea política y para quien estas elecciones son esenciales, según los analistas.
La prensa especializada ha criticado de todos los candidatos su nimio discurso político, centrado en señalar problemas y obviar soluciones para una ciudad con trabas en todos sus frentes y que no obstante aspira a organizar unos Juegos Olímpicos en 2024.
En el resto de las grandes ciudades italianas, la situación es más homogénea, con candidaturas unidas, como es el caso de Milán, donde compiten Giuseppe Sala, apoyado por Renzi, y Stefano Parisi, abanderado de una derecha que en este caso sí aparece compacta.
En Nápoles, el alcalde saliente Luigi di Magistris, secundado por una lista de izquierdas sin el PD, opta a la reelección y lo hace con espectativas puesto que es el favorito, al igual que el regidor de la industrial Turín, Piero Fassino.
Además, sobre estas elecciones municipales sobrevuela la sombra de la baja participación que, al mediodía, se situaba en el 17,99 % del total de los convocados, según los datos difundidos por el ministerio del Interior. Por debajo de la media se encontraban Roma (14,81 %), Milán (16,13 %) y Nápoles (16,49 %) mientras que por encima se situaban Bolonia (20,09 %) y Cagliari (19,70 %).
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