La derecha vence en Dinamarca tras el buen resultado del partido antiinmigración

Al término del escrutinio, el bloque de derecha (Venstre, DF, Alianza Liberal y Conservadores) obtuvo 90 escaños frente a los 85 del bloque de izquierdas, actualmente en el poder. La primera ministra danesa, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, reconoció su derrota, aunque su formación, con el 26,3% de los votos, terminó en primera posición en los comicios. "Mañana, iré a ver a la reina para explicarle que el gobierno dimite. Ahora le toca a Lars Lokke Rasmussen intentar formar gobierno", dijo con lágrimas en los ojos la primera jefa de gobierno mujer en Dinamarca, quien también anunció su dimisión de la presidencia de su partido.

El líder de Venstre, por su parte, reconoció la pérdida de apoyos, si bien se mostró "lleno de energía". "La mayoría piensa que Dinamarca debe cambiar de gobierno", aseguró ante sus seguidores Rasmussen, cuyo ejecutivo entre 2009 y 2011 contó con el apoyo parlamentario del Partido Popular danés. Esta formación ultraderechista se mostró, no obstante, evasiva sobre una eventual entrada en un gobierno liderado por Rasmussen. "No tenemos miedo de entrar en el gobierno, si así podemos alcanzar la mayor influencia política", explicó a la agencia danesa Ritzau su líder, Kristian Thulesen Dahl, si bien aún no ha tomado ninguna decisión.

"Los electores de extrema derecha han dicho al Partido Popular danés que debe asumir sus responsabilidades", estimó Sos Marie Serup, periodista política del diario BT. Según ella, "el DF no puede mirar hacia otro lado. Esto representaría una traición a sus electores, si no entra en el gobierno". A su llegada a la noche electoral, Thulesen Dahl dijo emocionado que Dinamarca debe "tomar en serio" a su formación ultraderechista. La campaña electoral estuvo protagonizada por la economía y la inmigración.

Medidas contra la inmigración

El bloque de derecha anunció un conjunto de medidas para convertir Dinamarca en un destino menos atrayente para los demandantes de asilo, entre ellas una bajada de las ayudas para los recién llegadas y la atribución de un permiso de residencia permanente a quienes tengan un empleo y hablen danés. Aunque la primera ministra danesa no gozó de popularidad durante la mayor parte de su mandato, la recuperación económica del país -con una previsión de crecimiento de entre 1,4% y 1,7% para 2015- impulsó en las últimas semanas a la izquierda gobernante en los sondeos.

Rasmussen, de 51 años, reivindicó en cambio la autoría de la recuperación y acusó a su rival, que ha apostado por un programa de inspiración liberal con la reducción de impuestos como medida clave, de haberle robado la paternidad de la mejora económica. En el plano social, ambos bloques mostraron sus diferencias durante la campaña. El partido Venstre abogó por reducir el gasto social, mientras que Thorning-Schmidt insistió en la importancia de una "sociedad solidaria". La tasa de participación para elegir a los 179 diputados del parlamento danés se redujo ligeramente, pasando del 87,7% en 2011 al 85,8% en los actuales comicios legislativos.