Tsipras ve «convergencia» y aspira a un acuerdo antes de fin de mes

Un acuerdo permitiría poner fin a la última revisión del programa de rescate, proceso en punto muerto desde las elecciones griegas del pasado enero que dieron la victoria a la coalición Syriza, que lidera Tsipras, así como proceder a desembolsar los 7.200 millones de euros pendientes en el programa en fondos europeos y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por su parte, fuentes alemanas han asegurado que la conversación mantenida entre ambos líderes al margen de la cumbre europea dedicada a la inmigración ha sido "constructiva", pero declinaron hacer comentarios sobre su contenido, ya que han acordado aplicar "estricta confidencialidad".

Las fuentes helenas indicaron, por su parte, que hay una cierta "convergencia" entre las posturas que podría facilitar un acuerdo. En concreto, citaron la relajación del objetivo del superávit primario incluido en el programa de reformas y ajustes asociado al rescate concedido a Grecia.

Las fuentes indicaron que se podría llegar a un consenso para limitarlo al 1,2 % del PIB en 2015 y a un 1,5 % en 2016, en lugar del 3 % previsto para este año y el 4,5 % del siguiente.

También indicaron que se ha dado una aproximación respecto al programa de privatizaciones que el Gobierno griego debe aplicar, sin entrar en más detalles.

Por contra, el gobierno liderado por Tsipras no estaría dispuesto a ceder en otras de sus dos líneas rojas: bajar las pensiones y los salarios mínimos, y aplicar una reforma laboral. Los ministros del Eurogrupo se reúnen este viernes en un encuentro informal en Riga apenas unos días antes de que finalice el plazo asumido por todos los socios de finales de abril, con pocas perspectivas de lograr un acuerdo.

Para ello es necesario que antes las instituciones que antes formaban la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional- den luz verde a una lista de reformas que Atenas se comprometa a realizar, para lo que se están manteniendo negociaciones desde hace semanas.

La delicada situación financiera del país aumenta la urgencia de llegar a un consenso. En mayo, el país debe devolver al FMI cerca de 1.000 millones de euros en dos tramos, además de hacer frente al pago de salarios y pensiones que mensualmente asciende a algo más de 1.000 millones de euros.