La UE incluirá el veto al crudo ruso en sus próximas sanciones

Bruselas trabaja contrarreloj para pulir los últimos detalles y adoptar esta semana un nueva batería de sanciones a Moscú, que incluirá el veto al crudo ruso, un negocio que mueve cerca de 48.000 millones de euros al año. La medida, motivada en gran medida por el corte de suministro de gas a Bulgaria y Polonia por parte del gigante ruso Gazprom, quiere producir un gran impacto en la economía rusa y cortar la financiación de la «máquina de guerra» de Vladímir Putin.

Las reticencias de los Estados miembro a adoptar más castigos energéticos se van disipando poco a poco. Alemania, uno de los países en contra por su gran dependencia de Rusia, ya ha anunciado que ha dado los pasos necesarios para aumentar su independencia energética y que respaldará la propuesta del Ejecutivo europeo. De este modo, el último escollo a salvar parece ser Hungría, que se ha negado en rotundo a más sanciones de este tipo y se ha mostrado dispuesta a pagar en rublos el gas ruso, contraviniendo los castigos europeos a Moscú.

Este martes mismo, en su discurso ante el Parlamento Europeo el primer ministro italiano Mario Draghi animó a avanzar hacia una Unión Europea que adopte decisiones a través de una mayoría cualificada. «La necesidad de unanimidad actual solo bloquea las negociaciones a través de vetos cruzados de los Estados miembro», destacó.

Del mismo modo, insistió en la necesidad de reformar el mercado energético europeo para desvincular el precio del gas del de la electricidad. «Actualmente el mercado está distorsionado y, de cara al futuro, con el aumento de las renovables, el sistema de fijación de precios es insostenible», señaló.

Desde el inicio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, la UE trata de aumentar su independencia energética con la diversificación de proveedores y el impulso de las renovables. Sin embargo, la comisaria de Energía, Kadri Simson, advirtió de que «no se podrá sustituir la totalidad del suministro ruso» y que Europa deberá aumentar su eficiencia y ahorro energéticos.

Por el momento, los Estados miembro continúan ampliando sus reservas estratégicas con la vista puesta en el mes de octubre, cuando deberán alcanzar el 80% del almacenamiento. De cara a los próximos años, el objetivo es que los países de la UE_afronten el invierno con sus reservas al 90% de capacidad. Para lograrlo, será necesario impulsar la solidaridad entre los diferentes Estados, ya que no todos tienen la capacidad de almacenamiento suficiente.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acudió a Grecia para la inauguración de un nuevo terminal de gas natural licuado –GNL–. Este tipo de energía es una de las alternativas que baraja Europa al suministro ruso y Estados Unidos ya se ha comprometido a suministrar 15.000 millones de litros este año. «Es una inversión geopolítica ya que aumentará la independencia energética europea», dijo Michel.

La UE también espera asegurar el suministro energético y lograr precios competitivos en la adquisición de crudo y gas a través de su plataforma de compras conjuntas voluntaria. A largo plazo, en cambio, «Europa se sustentará sobre la energía verde», aseguro el presidente del Consejo.