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Reuters / Europa Press
Estambul
Viernes, 25 de agosto 2017, 11:07
Las autoridades turcas han despedido este viernes mediante un decreto gubernamental a más de 900 funcionarios en el marco del estado de emergencia declarado en Turquía tras el intento de golpe de Estado que tuvo lugar el 15 de julio de 2016 en el país.
Asimismo, el Gobierno ha ampliado los poderes del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, sobre el Servicio de Inteligencia de Turquía (MIT).
Según el decreto, el dirigente turco podrá solicitar que el presidente del MIT sea investigado o que éste sea llamado a juicio como testigo.
La ampliación de poderes también permitirá a Erdogan abrir pesquisas contra diputados por presuntos delitos cometidos tanto antes como después de haber asumido el cargo.
Unas 150.000 personas han sido suspendidas o despedidas de sus trabajos en el sector público o privado y más de 40.000 --entre ellas policías, militares, jueces, periodistas y profesores-- han sido detenidas por su presunta relación con el intento de asonada militar, que se saldó con 240 muertos.
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