Ministros de exteriores del G7 se reúnen para abordar la crisis de Ucrania

En la reunión, Truss incitará a los países miembros del G7 a que faciliten más financiación a los países en vías de desarrollo como alternativa al apoyo económico de China que hace que 44 países de ingresos medios o bajos tengan deudas con Pekín «de más de un 10 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB)», según ha informado el Ministerio de Londres en un comunicado.

«Sería extremadamente grave que Rusia realizara esa acción», ha declarado la anfitriona del encuentro presencial del Grupo de los Siete, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Sputnik.

Truss ha reiterado su posición y ha insistido en que «sería un error estratégico» del Kremlin protagonizar un nuevo ataque contra Kiev. Asimismo, ha subrayado que «disuadir a Rusia» está entre los objetivos inmediatos de los aliados occidentales.

A su juicio «la reunión del G7 es una muestra de unidad entre economías afines y vamos a ser fuertes en nuestra posición frente a la agresión respecto a Ucrania».

En este marco, el propio secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha tenido una conversación con Truss. En una publicación en su perfil de Twitter ha subrayado la importancia de una respuesta coordinada para contrarrestar la agresión rusa en su frontera con Ucrania, el trabajo conjunto en la respuesta global COVID-19 y otros desafíos compartidos.

En la reunión estarán representantes de Australia, India, Corea del Sur y miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, aunque la mayoría de este segundo grupo participará de forma virtual.

La tensión entre Rusia y Ucrania ha aumentado recientemente ante el aumento de la presencia militar rusa en la frontera, una cuestión que ha provocado críticas a nivel internacional.

Biden y sus aliados han amenazado con tomar medidas «contundentes» en respuesta a lo que consideran un ataque de Moscú contra el territorio ucraniano, si bien el presidente ruso, Vladimir Putin, ha culpado a la OTAN de tratar de afianzar sus relaciones con Kiev, algo que le habría disgustado.

Moscú ha recalcado la necesidad de que Washington garantice que la alianza militar no se hace con nuevos miembros ni que se desplieguen sistemas armamentísticos a las zonas cercanas a sus fronteras. También, ha tildado de «irresponsable» a la OTAN por insistir en su expansión en torno a la frontera ucraniana y desplegar «armas amenazadoras» cerca del territorio ruso.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto en el este de Ucrania, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de Naciones Unidas.