El Pentágono admite que mantiene tropas en Siria para quedarse el petróleo

A pregunta expresa de la CNN, el jefe del Pentágono admitió que la nueva misión de los aproximadamente mil soldados que quedan en Siria no consiste sólo en evitar que el oro negro caiga en manos del Estado Islámico u otros grupos terroristas que operen en la zona, sino «evitar que accedan a él las fuerzas rusas o sirias».

Trump había advertido de que «tal vez haya otro país que quiera el petróleo, en cuyo caso van a tener una lucha del demonio». Al presidente sirio, Bashar el-Asad, no le ha sorprendido. De hecho, el jueves pasado dijo en la televisión estatal que «al menos Trump es honesto al decir que quiere el petróleo», explicó. «Todos los presidente estadounidenses cometen crímenes y luego les dan el Nobel. Actúan como defensores de los derechos humanos y de los valores únicos de EE UU o de Occidente, pero son un grupo de criminales que trabajan en beneficio de los lobbies».

Los expertos creen que los generales estadounidenses ven en el interés del presidente por el preciado crudo el gancho para mantener tropas sobre el terreno con las que completar las operaciones en marcha y la colaboración con los kurdos. Trump había sido claro: «Nos quedamos con el petróleo», dijo el lunes de la semana pasada a los jefes de policía, pero Esper prefiere interpretarlo «como que hay que negarle al EI acceso a los pozos petroleros».

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Apegado a los luchadores kurdos con los que sus hombres han luchado mano a mano en los últimos años para derrotar al EI, el Pentágono quiere asegurarse de que las Fuerzas Democráticas Sirias «tienen acceso a los recursos» que se derivan de los yacimientos de Deir Ezzor, al este del río Éufrates, «para que puedan continuar las operaciones» de combate. Con respecto al resto de los pozos petroleros más allá de esa zona, «todavía no se ha creado un grupo de trabajo», admitió el secretario de Defensa de EE UU.

En privado, fuentes militares de los medios estadounidenses confiesan que carecen de medios para responder a un posible enfrentamiento de tanques rusos o aviones sirios, por lo que confían en que la mera declaración de que EE UU está a cargo de los pozos sirva para disuadir a esos países.