La isla de Jersey, centro de tensión por las nuevas licencias de pesca

Jersey, una bella isla del Canal conocida particularmente por ser un refugio para la evasión fiscal, notificó a la Unión Europea el viernes de la semana pasada, a través del Gobierno británico, del cambio a partir del día siguiente de un sistema de licencias a pesqueros normandos y bretones con una historia de dos siglos y que permitía a los franceses libertad para decidir sus capturas. El nuevo sistema limitaba las jornadas y los aparejos de pesca.

La asociación de pescadores de Jersey alega que se está reduciendo el stock. La UE afirma que Reino Unido ha incumplido las reglas establecidas en el tratado comercial recientemente firmado, que estipulan que modificaciones de este tipo deben ser consultadas con antelación. La ministra de Asuntos Marítimos, Annick Girardin, amenazó con dejar a Jersey sin electricidad, que llega a través de cables marítimos desde la costa francesa.

El primer ministro, Boris Johnson, habló en la tarde del miércoles con John le Fondré, ministro principal del territorio dependiente de la Corona británica y, tras conocer su preocupación por que los pesqueros bloqueasen el puerto, decidió enviar dos patrulleros para «monitorizar» la situación. Johnson ha expresado su «inquebrantable apoyo» a Jersey.

Los patrulleros cumplen misiones habituales de vigilancia de zonas pesqueras. En diciembre, medios británicos afirmaron que la Marina Real planeó un despliegue en previsión de que pesqueros franceses bloqueasen el tráfico en el Canal de la Mancha, en el contexto de las negociaciones sobre la pesca, las últimas que se cerraron entre la UE y Reino Unido. El pasado año también, la ministra de Interior, Priti Patel, afirmó que iba a enviar a la Armada para impedir que botes de inmigrantes cruzasen el canal.