La base militar ocupa parte del atolón, de 30 kilómetros cuadrados. R. C.

El país del cangrejo de los cocoteros

Los franceses introdujeron estos árboles en Chagos durante la etapa que gobernaron la isla, que tras las Guerras Napoleónicas pasó a los ingleses

G. Elorriaga

Sábado, 19 de octubre 2024, 20:41

Chagos se halla perdido en el inmenso océano, a medio camino entre Tanzania e Indonesia. El archipiélago, formado por siete atolones coralinos y 65 islas, se suele adscribir al continente africano, a pesar de que le separan más de 4.000 kilómetros. Además, políticamente pertenecerá ... a la república de Mauricio, a más de 2.000 kilómetros, cuando Maldivas se encuentra a la mitad de esa distancia. Su superficie también resulta controvertida. En principio, podríamos pensar que se trata de un territorio minúsculo que se extiende sobre sólo 63 kilómetros cuadrados, pero sumadas las lagunas alcanza los 15.000 y su zona económica exclusiva supera los 636.000.

Publicidad

Los portugueses las descubrieron y dieron nombre. El onubense Diego García de Moguer fue el primer navegante que llegó a la principal, de más de 22 kilómetros cuadrados. Tras ellos, hubo asentamientos franceses e ingleses que no perduraron hasta que en 1793 la monarquía gala impulsó el cultivo de cocoteros en sus dominios de Ile de France, con cabeza en Mauricio. Pero no fue por mucho tiempo. Su derrota en las Guerras Napoleónicas provocó la cesión de sus dominios insulares a Inglaterra en 1814.

Noticia relacionada

La vida calma y austera de sus escasos pobladores en este aparente paraíso tropical se trastocó a mediados del pasado siglo. Hasta entonces, el interés era fundamentalmente científico y se centraba en su extraordinaria biodiversidad marina y la existencia de especies tan curiosas como el cangrejo de los cocoteros, que llega a pesar 4 kilos y es el mayor del mundo.

La medida que cambió la existencia de los nativos o 'ilois' anticipaba el compromiso con Estados Unidos. En 1965, Londres desgajó Chagos del resto de la colonia insular para impedir que Mauricio, independiente tres años después, asumiera la soberanía. El Gobierno de Harold Wilson lo convirtió en el Territorio Británico del Océano Índico (BIOT) y permaneció bajo su autoridad directa. En realidad, su ambición se cernía exclusivamente sobre la isla que el marino andaluz había hollado cuatro siglos antes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad