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M. Pérez
Martes, 31 de octubre 2023, 13:37
Cientos de personas podrían haber resultado muertas o heridas este martes en el campamento de refugiados de Yabalia como consecuencia de un bombardeo de la aviación israelí, que calificó la matanza como parte de la «tragedia de la guerra». Los hechos ocurrieron durante un «ataque ... a gran escala» en este área, donde las Fuerzas de Defensa se habían fijado como objetivo destruir un complejo subterráneo de Hamás. Dos proyectiles cayeron dentro del recinto, el mayor al norte de Gaza y que albergaría según los últimos censos a unas 200.000 personas, entre residentes y personas sin hogar que viven a su alrededor en refugios improvisados.
Los misiles provocaron dos profundos cráteres. La onda explosiva arrasó con los edificios de alrededor. El fuego y los escombros se tragaron a todo aquel que encontraron a su paso. Las escenas grabadas inmediatamente después muestran a docenas de personas, desesperadas, retirando cascotes con las manos. Y los cuerpos inertes de tres bebés, que afloran del socavón y son trasladados a las ambulancias.
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Los datos eran la noche de este martes todavía muy confusos. El Hospital Indonesio, al que fueron conducidas la mayoría de las víctimas, precisó en un primer momento que se habían contabilizado 50 cadáveres y 150 heridos. Más tarde, fuentes del propio hospital elevaron la cifra de víctimas mortales a 145 y no se descartaba que fuera en aumento debido al volumen y estado de los ingresados. También se barajaba que decenas de cuerpos hubieran sido llevados a la morgue de otro hospital más lejano. La Defensa Civil de Gaza aseguró que el campamento quedó «completamente destruido». Según los palestinos, los cazas israelíes llegaron a soltar seis misiles «de fabricación estadounidense» durante sus pasadas sobre la zona.
במהלך פעילויות הכוחות הקרקעיים, הכוחות ניהלו מספר קרבות עם חוליות מחבלים שירו לעבר הכוחות טילי נ"ט או מקלעים. הכוחות חיסלו מחבלים והכווינו כוחות אווירים על מנת להשמיד מטרות ותשתיות טרור בזמן אמת pic.twitter.com/LK3ST1MaAU
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) October 31, 2023
El bombardeo reafirma los temores manifestados estos últimos días por varias agencias humanitarias, en el sentido de que la extensión de los enfrentamientos en la Franja acabarían castigando a los campos de refugiados, quienes carecen de otro destino al que huir. De hecho, a la vista de los cadáveres envueltos en sábanas alineados en el hospital, resulta macabro y hasta cierto punto mordaz el llamamiento que las Fuerzas de Defensa dirigieron «a los residentes de la zona a que se desplacen hacia el sur por su seguridad».
El propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó poco antes del ataque contra Yabalia su inquietud por la «intensificación» del conflicto armado en Gaza. Egipto y Jordania fueron los primeros países que condenaron la «inhumana» acción del ejército. Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU, John Kirby, se limitó a señalar que «seguimos en contacto con nuestros homólogos israelíes sobre la necesidad de seguir minimizando las víctimas civiles tanto como sea posible. La matanza de civiles no es un objetivo de guerra».
La versión de Tel Aviv consiste en que el ataque combinado entre la aviación y las fuerzas terrestres tuvo como fin destruir una red de túneles, así como las bases en la que operaba el denominado Batallón Central Yabalia de Hamás. El ejército confirmó que murieron decenas de «terroristas», además del jefe de esta unidad, el comandante Ibrahim Biari, considerado uno de los líderes que dirigió la masacre del 7 de octubre en la que fueron asesinados 1.400 civiles y soldados en los kibutz israelíes. «La infraestructura terrorista subterránea incrustada debajo de los edificios y utilizada por los terroristas colapsó después del ataque», explicó el portavoz militar, que consideró diezmado «el mando y control de Hamás en la zona, así como su capacidad para dirigir la actividad militar contra los soldados» israelíes.
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Iñigo Gurruchaga
La devastación de Yabalia aproxima ahora a 9.000 el número de víctimas mortales de la guerra en Gaza, de los cuales la mayoría son mujeres y niños. Unos 450 menores fallecen cada día en medio de unos enfrentamientos deshumanizados y cada vez más violentos. El teniente coronel Richard Hecht, portavoz de las Fuerzas de Defensa, reconoció anoche a la CNN que Yabalia representaba un «espacio de batalla muy complicado» para un bombardeo, pero que el comandante islamista Biari «mató muchos, muchos israelíes», en los kibutz. Preguntado sobre la suerte de los civiles, Hecht sentenció: «Esta es la tragedia de la guerra».
El ejército ha entrado ya en la fase del combate cuerpo a cuerpo contra los militantes de Hamás, según desveló el Estado Mayor en un comunicado donde informó de que se produjeron «feroces» enfrentamientos en diferentes puntos de la Franja e incluso en algunos tramos de la vasta red de túneles de la organización islamista. Los analistas nacionales hablan ya abiertamente de estas refriegas como parte de la tan anunciada invasión terrestre, que se torna más descarnada a medida que las tropas ocupan Gaza City y encuentran una mayor oposición de las milicias, que este martes recibieron a los israelíes con fuego de ametralladoras pesadas y cohetes antitanque. Por primera vez, las Fuerzas de Defensa admitieron que en sus filas se produjeron varias bajas, entre ellas la muerte de dos soldados, ambos de 20 años y pertenecientes a la unidad de reconocimiento de la Brigada Givati, el cuerpo de élite israelí que el pasado jueves penetró por primera vez en territorio gazatí.
IDF shares new footage of troops operating in the Gaza Strip. The military says troops "are conducting fierce battles against Hamas terrorists deep in the Gaza Strip." It says troops hit Hamas positions, anti-tank guided missile squads, killed dozens of terrorists, and seized… pic.twitter.com/cvmOXr3vVq
— Emanuel (Mannie) Fabian (@manniefabian) October 31, 2023
Tel Aviv, que ha dado el rango d e «héroes» a los dos militares, señaló que 300 «objetivos» de Hamás habían sido eliminados en una sola jornada, entre túneles, almacenes de armas y emplazamientos de lanzaderas de cohetes. Unos 250 milicianos habrían fallecido. Y la lucha urbana no ha hecho más que comenzar. En una arenga a las unidades, el jefe del Comando Sur de las Fuerzas de Defensa, Yaron Finkelman, advirtió este martes que «lucharemos en los callejones, pelearemos en los túneles y donde sea necesario» en una campaña «difícil y larga».
A la ONU y las organizaciones humanitarias les preocupa el descalabro que sufre el sistema sanitario. Según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, 130 miembros del personas médico han fallecido desde el comienzo de los ataques mientras que 15 hospitales y 32 centros de salud están inutilizados debido a los bombardeos o la falta de combustible.
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