Sonrientes, amables y comprometidos: así eran los siete voluntarios de la ONG de José Andrés asesinados

Conocida como 'Zomi', se unió a la ONG del chef español en 2018 después de trabajar para el Commonwealth Bank para ayudar a los damnificados por la erupción de un volcán en Guatemala. Las publicaciones en redes sociales la sitúan en Pakistán y Bangladesh durante las inundaciones de 2022 y un año antes en Haití, repartiendo desde una motocicleta ayuda humanitaria en las tierras altas del país caribeño.

Hace apenas una semana grababa un vídeo en el que mostraba el trabajo que se realizaba en las cocinas del WCK.

«Te hacía sentir único», ha comentado su amigo Bryan Weaver a la agencia Reuters. «Para ella era el trabajo perfecto, podía servir comidas calientes a personas que quizás estaban pasando por el momento más bajo de sus vidas».

Su familia aseguró en un comunicado al conocerse su muerte que «Zomi dejó un legado de compasión, valentía y amor».

Trabajaba como conductor para WCK en Gaza. «Era una persona amigable y encantadora. Siempre apoyaba a las personas que necesitaban ayuda», dijo de él un allegado al 'Washington Post'.

Ayad fue enterrado en su ciudad natal, Rafah, donde asistieron cientos de personas. Hassan, su amigo cercano, aseguró a la cadena BBC que «estaba feliz de trabajar con una organización que brinda ayuda humanitaria a los desplazados».

Vivía en la ciudad de Przemysl, al sureste de Polonia. Durante los últimos años este trabajador humanitario de la ONG de José Andrés prestó ayuda en Ucrania y a los damnificados por el terremoto de Marruecos en septiembre de 2023.

Meses antes de su muerte, grabó un vídeo donde detallaba los suministros de ayuda con destino a Gaza. En la grabación explica los sistemas de aguas que transportan, los equipos de cocina y las comidas. «Es todo lo que se necesita para alimentar a la gente donde sea necesario», dice Sobol.

«Sonriente, amable, paciente y dispuesto a ayudar», comentaban sus compañeros tras lo sucedido. Definían al polaco como «una de las luces brillantes en estos momentos horribles».

Junto a sus dos compatriotas formaba parte del equipo de seguridad de la ONG. Era un veterano del ejército británico que sirvió en Bosnia y Afganistán, según un comunicado difundido por la familia a través de la BBC. «A pesar de los riesgos, su naturaleza compasiva lo impulsó a ofrecer asistencia a quienes lo necesitaban con urgencia», dice la nota.

«James perdió la vida tratando de salvar otras. Nunca sabrá el vacío que ha dejado, nuestra familia nunca volverá a ser la misma», concluye el escrito.

Según el periódico 'The Sun', fue excomando de las fuerzas especiales y llevaba en Gaza unas semanas antes de ser asesinado. «Murió tratando de ayudar a la gente y fue objeto de un acto inhumano. Era un padre, marido, hijo y hermano increíble», dijo la familia en un mensaje difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido.

Sirvió durante seis años en los Royal Marines, la fuerza de combate de élite de la marina británica, según la agencia Reuters. Los medios locales han señalado que trabajaba junto a Kirby y Chapman como seguridad privada para la empresa Solace Global, aunque actualmente se encargaban de proteger a los miembros de WCK en sus misiones por Gaza.

Formaba parte del equipo de socorro de la organización creada por el chef José Andrés. Anteriormente estuvo en Acapulco para ayudar a los residentes locales tras la devastación sufrida por el huracán 'Otis' en 2023.

Los propios acapulqueños mostraron su tristeza por redes sociales. Entre los comentarios se destaca su carácter humanista y su positividad. La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, condenó la operación israelí que causó la muerte de su compatriota. «Los responsables de su muerte y la de sus colegas deben rendir cuentas. Los ataques al personal humanitario son absolutamente inaceptables. Debe respetarse el derecho internacional humanitario», escribía en la red social X.