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T. Nieva
Miércoles, 18 de octubre 2023
En los kibutz donde entró Hamás hubo decenas de muertos, pero también numerosos desaparecidos. Es el caso de Lilach Kipnis (60 años) que vivía en una de estas cooperativas agrícolas, la de Be'eri, donde se le perdió la pista a ella y a nueve ... miembros de su familia. La mujer se había refugiado junto a su marido, Eviatar (65), en la habitación del pánico que tenían en su casa cuando se puso en contacto por última vez con sus parientes. Nada más se supo tampoco de su hermana, Shosham Harán, fundadora de una ONG, del marido de esta, Avshalom, y de su hija Adi y además se perdió la pista del socio de la activista, Tal, y de sus dos hijos, Naveh y Yahel, que tenían 8 y 3 años. La cuñada y la sobrina de Shosha están asimismo en paradero desconocido.
Días después de la ofensiva terrorista del 7 de octubre comenzó a conocerse el fatal destino de muchas de las personas que se habían dado por desaparecidas. Tanto Avshalom como Eviatar y su cuidador -de origen filipino- aparecieron muertos el pasado martes.
Ahal Besorai reza «todos los días» para que su hermana, Yonat (50 años), aparezca con vida junto a su familia y «podamos reunirnos todos». La mujer vivía en una de las cooperativas agrícolas -en Be'eri- donde entraron los terroristas y donde se llevaron también a su marido, Dror, de la misma edad, y a dos de sus tres hijos, Noam (15) y Alma (13). «¿Debería llorar porque ya están muertos? ¿Debería estar feliz porque quizá hayan sido capturados pero aún estén vivos?», se cuestiona su hermano.
La búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos era uno de los sueños que perseguía la activista Vivian Silver (74 años), cuyo deseo, por ahora, está hecho pedazos. Ella misma, nacida en Canadá pero residente en uno de los kibutz atacados, está hoy en la lista de secuestrados por las milicias terroristas. «Es una luchadora por la Justicia y una gran madre y abuela», resume su hijo, Yonatan Zeigen, mientras espera el regreso de esta feminista.
Quienes ejercen de guías turísticas en Polonia por los lugares donde los nazis llevaron el horror conocen muy bien a Alex Dancyg (75 años). Sus libros sobre la comunidad judía en este país y su asesinato sistemático durante la Segunda Guerra Mundial son una auténtica referencia, pero el nombre de este historiador del Holocausto se ha hecho aún más conocido ahora porque se cuenta entre los cautivos de Hamás. Lo capturaron en el kibutz de Nir-oz.
Leeor Katz-Natanzon no para de hacerse las mismas preguntas una y otra vez desde hace días: «¿Dónde están? ¿Cómo las tratan, a ella y a sus dos niñas pequeñas?». Esta mujer no sabe nada de su hermana Doron Asher (34 años) y de sus dos sobrinas de corta edad, Raz (5) y Aviv (3), que fueron sacadas por los islamistas del kibutz de Nir-oz. Su madre, Efrat (67), corrió la misma suerte y tampoco ha vuelto a tener noticias de ella.
En pleno ataque de los islamistas, Amiram (85 años) y Nurit (80) lograron hablar con su hija. Fue la última conversación que mantuvo el matrimonio Cooper, que vivía en el kibutz Nir-Oz, antes de que se les perdiera la pista. El teléfono de él logro ser rastreado hasta Gaza, pero nadie ha podido dar por ahora con el lugar donde se encuentra retenido.
En el mismo lugar, el kibutz de Nir-oz, fue secuestrada Yaffa Adar (85), una de las numerosas personas de avanzada edad que están bajo custodia de Hamás. Lo último que se conoce de ella es por un vídeo en el que se la mostraba envuelta en una manta de flores rosas mientras era conducida en un carrito de golf en Gaza. Desde entonces, su nieto, Adva Adar, no pega ojo. Cuando le preguntan si su abuela era consciente de lo que estaba ocurriendo en ese momento, no muestra dudas: «Sabía absolutamente lo que pasaba a su alrededor. Ella no iba a entrar en pánico». Una de las máximas preocupaciones de este chico es que Yaffa no tiene a mano los medicamentos que toma para controlar su presión arterial y su dolor crónico.
Ada Sagi, de 75 años, nacida en Polonia, hija de supervivientes del Holocausto, es una profesora de árabe jubilada que ha participado en campañas por la paz en la región. Fue secuestrada en el kibutz de Nir-oz. «Tal vez sea una fantasiosa, pero mi esperanza es que se den cuenta de que las 80 personas que se llevaron de este kibutz son activistas por la paz», declaró su hijo Noam. «Todo en ella tiene que ver con la paz, con el amor, con la bondad». También fueron sacados del kibutz los padres de la activista Sharone Lifschitz, de 85 y 83 años, a quienes no han identificado por temor a represalias.
Entre los rehenes hay ciudadanos de más de treinta nacionalidades, como Noiya (16 años), de origen británico. Vivía en la cooperativa agrícola de Be'eri hasta que fue arrasada por las milicias palestinas, que acabaron allí con la vida de su madre, Lianne, y de su hermana adolescente, Yahel (13). Tampoco hay noticias desde entonces de su padre, Eli.
De Celine Ben David Nagar, de 35 años, no se sabe nada desde que se dirigía al festival Supernova con dos amigos. A su marido, Ido Nagar, le han dicho que su esposa sobrevivió al ataque, pero sus acompañantes no. «Tenemos un bebé de seis meses», explicó a la BBC. «Se suponía que esta sería la última fiesta que disfrutaría antes de regresar al trabajo. Acordamos que la recogería a medianoche, pero nunca volvió a casa».
Las instalaciones del ejército israelí fueron uno de los objetivos de los islamistas en los ataques del 7 de octubre. En una de ellas situada en la frontera de la Franja encontraron a Liri Elbag (18 años), que acababa de comenzar el servicio militar obligatorio y que lleva dos semanas cautiva. Una amiga de la joven mandó a su padre, Eli, un vídeo que mostraba a la chica en el asiento trasero de un camión de las tropas hebreas que Hamás habría robado en su asalto. Junto a ella viajaban otros dos rehenes.
Itay Chen, de 19 años, llevaba aproximadamente un año de servicio militar cuando su base cerca de la frontera con Gaza fue atacada. Su padre, Ruby Chen, explicó que la familia se estaba preparando para celebrar el barmitzvá del hermano de Itay, Alon, y agregó: «Todavía esperamos que esta celebración... suceda en un futuro cercano». El barmitzvá es el momento de la vida en que los jóvenes pasan a ser responsables de cumplir los mandamientos de La Torádel.
Owat Suriyasri, de 40 años, de Tailandia, se encuentra entre los trabajadores inmigrantes que han muerto o permanecen secuestrados después del ataque al sur de Israel. Se mudó a Israel en 2021 para ganar más, con la esperanza de comprar una casa mejor para su esposa y sus dos hijos. Su esposa, Kanyarat Suriyasri, ha explicado que su marido era un «hombre muy amable, cariñoso y feliz». Al menos 18 ciudadanos tailandeses han sido asesinados y 11 capturados, entre ellos Suriyasri.
El guipuzcoano Iván Illarramendi, de 46 años, fue sacado del kibutz Kissufim junto a su esposa, Loren Garcovich, una ciudadana chilena de 47 años con raíces hebreas. El Ministerio de Exteriores de Israel confirmó el martes que figura entre los secuestrados por Hamás. La embajadora del país en España, Rodica Radian-Gordon, reconoció ayer que el Gobierno de Benjamín Netanyahu tiene a una persona de enlace encargada del asunto de los rehenes que está en contacto con familiares y autoridades de los Estados extranjeros que cuentan con personas cautivas. Radian-Gordon no quiso pronunciarse sobre el rumor de que podrían ser liberados próximamente. «Lo que me da esperanza es que no figuran como muertos en los ataques», dijo el padre de Garcovich, Danny, a la televisión de su país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, exigió la liberación incondicional de Mia Schem (21 años) tras ver el vídeo difundido esta semana por Hamás -el primero donde muestra a una de de sus decenas de prisioneros- donde se ve a la joven franco-israelí aterrorizada en un lugar desconocido. Un «acto odioso», calificó el mandatario. La chica, cuya familia ha rogado también que sea liberada, es otra de las jóvenes que disfrutaba de la música en el festival 'Supernova' cuando se desató la tragedia.
El popular festival de música 'Supernova' que acogía Reim se ha convertido en uno de los tristes símbolos de la ofensiva terrorista que lanzó Hamás hace casi dos semanas. El evento se transformó en minutos en un auténtico baño de sangre y muchos de quienes sobrevivieron a la masacre -en su inmensa mayoría, veinteañeros- acabaron capturados. Es lo que le ocurrió a Noa Argamani (26 años) y a su novio, Avinathan Or, que hoy siguen en paradero desconocido. Ella estudiaba en la Universidad Ben Gurion, en la ciudad de Beersheba, en el sur de Israel, y quienes la conocían describen a la joven como «una gran amiga con un gran corazón».
Shani Louk se divertía también en 'Supernova' cuando los terroristas sembraron el terror. La joven germano-israelí es uno de los iconos de la barbarie del ataque después de que se hiciera viral un vídeo donde se la ve semidesnuda e inmóvil exhibida como una especie de trofeo por los islamistas. La chica, según informó la cadena pública alemana ARD, se encuentra gravemente herida en un hospital de Gaza.
Hersh Goldberg-Polin, un joven de 23 años que nació en California y ahora vive en Jerusalén, fue visto por última vez el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás lo cargaban en la parte trasera de una camioneta junto con otros rehenes secuestrados en el festival Supernova.
Ilan Regev sólo quiere «saber que mis hijos están vivos». Nada más. Los dos, Maya (21) e Itay (18), cayeron en manos de los terroristas durante el evento 'Supernova', tal y como confirmó el ejército de Israel a la familia. El menor de los hermanos, además, aparece en un vídeo de las milicias palestinas en Gaza.
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