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J. Arrieta
Sábado, 18 de marzo 2023, 21:17
El 14 de diciembre de 2008, en una rueda de prensa en el palacio presidencial de Bagdad, Irak, el periodista Muntazer al Zaidi lanzó sus dos zapatos al entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, en presencia del primer ministro iraquí, Nuri al- ... Maliki, que intentó detener los proyectiles, ninguno de los cuales alcanzó a su desconcertado objetivo. Sin embargo, la escena fue lo suficientemente llamativa como para que se convirtiera en la apertura del día en los noticiarios de todo el mundo. Así, el zapatazo como acto de repulsa o protesta se convirtió en un recurso popular durante un tiempo, dando lugar a unos cuantos incidentes notorios.
El 2 de febrero de 2009, mientras estaba de visita en Reino Unido, el sexto primer ministro de la República Popular China, Wen Jiabao, acudió a la Universidad de Cambridge para pronunciar la conferencia 'Mirad a China a la luz de su desarrollo'. Nada más concluir la charla, un joven alemán llamado Martin Jahnke, que se encontraba entre el público, se levantó y le lanzó uno de sus zapatos -este tampoco hizo blanco- mientras protestaba a gritos contra el líder chino y censuraba a la Universidad por acogerlo. Wen calificó su actitud como «despreciable comportamiento» y le restó importancia, las autoridades académicas de Cambridge lamentaron el incidente y su causante fue detenido.
El 4 de septiembre de 2010, el entonces primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, fue recibido con una lluvia de huevos y zapatos a su llegada a una librería de Dublín en la que tenía programada un sesión de firmas de sus memorias, recién publicadas. Los 'lanzadores' eran unos 200 activistas que se manifestaban así contra las guerras de Irak y Afganistán, que increparon al líder laborista, llamándole «criminal de guerra» y «asesino de niños». Hubo enfrentamientos con la Policía y cuatro activistas fueron arrestados.
El 11 de mayo de 2012, durante la campaña a las elecciones presidenciales de México, el candidato priista Enrique Peña Nieto fue objeto de lo que ahora se llama un escrache en la Universidad Iberoamericana, en la que se celebraba el foro Buen Ciudadano. Cuando salía a la carrera escoltado por su equipo y perseguido por numerosos estudiantes furibundos, alguien le lanzó un zapato desde una ventana que el candidato ni llegó a ver y que al parecer golpeó a uno de los jóvenes. Peña Nieto ganó las elecciones y, no sin discusión, alcanzó la presidencia del país el 30 de agosto.
El 10 de abril de 2014 le tocó el turno a Hillary Clinton, exsecretaria de estado de EE UU. La también exprimera dama del país daba en Las Vegas una charla sobre gestión de residuos en el hotel Mandalay Bay cuando una mujer, cuya identidad e intenciones no se facilitaron y que se había colado en el encuentro, le lanzó un zapato. Clinton lo esquivó y bromeó sobre el asunto, preguntando si el numerito formaba parte del famoso espectáculo del Circo del Sol en la ciudad. La mujer fue detenida por agentes del Servicio Secreto.
En España fue vinculado con el incidente de Al Zaidi y Bush el momento más tenso de la comparecencia del expresidente de Bankia Rodrigo Rato en la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre las cajas, en noviembre de 2013. El diputado de las CUP David Fernández se dirigió al compareciente, le mostró una de sus sandalias y le preguntó si sabía «lo que hacen en Irak con esto, como un símbolo de humillación y de desprecio». Sin embargo, no hizo amago de lanzar la sandalia, que volvió a calzarse.
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