Rebeldes pasan junto a un vehículo abandonado por el ejército sirio en al-Safirah, al sureste de Alepo. AFP

La oposición siria sigue su avance y se topa en Hama con el ejército por primera vez

Bashar al Assad depende de la ayuda extranjera porque sus tropas armadas carecen de medios y de «motivación»

Mikel Ayestaran

Enviado especial. Beirut

Martes, 3 de diciembre 2024, 21:34

Tras la toma de Alepo y de toda la provincia de Idlib, los grupos armados de la oposición llegaron a las puertas de la ciudad de Hama, 185 kilómetros al norte de Damasco, y comenzaron los combates con el ejército sirio. Este es el primer ... punto en el que los militares plantan cara al avance opositor, ya que en Alepo e Idlib abandonaron sus posiciones sin apenas mostrar resistencia.

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El asalto a Hama se realiza desde cuatro frentes diferentes y miles de hombres forman parte de una operación en la que el grupo principal es Hayat Tahrir al-Sham, antes Frente Al Nusra, el brazo sirio de Al Qaeda. Bashar al Assad depende de la ayuda externa. Los rusos ya han comenzado los bombardeos e Irán ha movilizado a milicias chiíes del vecino Irak, pero el régimen necesitará mucho más músculo para recuperar todo el terreno perdido en menos de una semana. La república islámica tiene problemas para enviar armas y municiones porque Israel no permite que ninguno de estos envíos lleguen a Siria por temor a que acaben en manos de Hezbolá.

El ejército sirio atraviesa serios problemas después de largos años de guerra: los militares tienen pésimas condiciones económicas y escasean los medios para combatir. Fuentes consultadas en Damasco alertan de la «falta de motivación» entre las tropas y del «miedo de la población» ante una situación que es peor que la de 2011 porque el país sufre desde entonces una devastadora crisis económica.

Un grupo de milicianos irrumpió en el Duty Free del aeropuerto de Alepo y destrozó la sección de bebidas alcohólicas

En un intento desesperado por reclutar hombres, medios opositores sirios como 'Levant24' informaron de que Wassim al-Assad, primo del presidente, habría lanzado una campaña de reclutamiento a través de las redes sociales dirigida a la provincia costera de Latakia. El mensaje difundido ofrece un salario mensual de 3 millones de libras sirias (unos 185 euros al cambio) y la promesa de un «acuerdo de estatus» para los desertores o aquellos que previamente evitaron el servicio militar obligatorio. Ese salario es una fortuna allí.

Calma en las calles

La nueva administración de Alepo trata de dar una imagen de tranquilidad en las calles tras la retirada de las fuerzas del régimen. Mostraron mercados surtidos, casas con luz, obras de reparación de carreteras y enviaron mensajes a favor de la convivencia entre confesiones. Uno de los vídeos virales de la jornada fue el de un grupo de milicianos que irrumpió en el Duty Free del aeropuerto y destrozó la sección de bebidas alcohólicas.

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Amer Al Sheikh, el comandante de la Sala de Operaciones, órgano que coordina a las milicias, apareció ante las cámaras de televisión por primera vez y ofreció un breve discurso en el que aseguró que ellos luchan para que los desplazados y refugiados sirios puedan volver a sus casas e insistió: «Queremos una Siria para todos los sirios».

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