La ONU considera que el conflicto palestino ya se ha extendido a Siria

La urgencia del diplomático noruego era mayúscula. «Doy la voz de alarma de que la situación es ahora la más peligrosa que haya habido en mucho tiempo», advirtió. Sin necesidad de compartir el conflicto de sus vecinos palestinos, Siria se encontraba ya en la situación más peligrosa que haya vivido desde el 2020, sin que la guerra de Ucrania y ahora la de Gaza permitiera a la comunidad internacional fijarse en la profunda fragmentación que vivía el país, sumido en la guerra civil desde la primavera árabe de 2011. Solo en las últimas tres semanas han muerto 70 civiles en Homs y Aleppo, de los que 36 eran mujeres y 14 niños. Más de 120 personas en esas zonas del noroeste del país donde se registra la violencia diariamente han huido de sus casas, con un número cada vez más alto de niños, informó Edem Wosornu, coordinadora de Asuntos Humanitario de la ONU (OCHA).

El único antídoto que Pedersen ve para evitar que las llamas de la guerra vuelvan a engullir el país es «una desescalada inmediata y un proceso político creíble que incluya la integridad territorial». Todo eso sonaba utópico a los miembros del Consejo de Seguridad que le escuchaban, más concentrados en el curso del genocidio de Gaza, para el que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ofrece posibilidades de pausas humanitarias, y en cómo evitar que Irán entre en la guerra. De ahí que Estados Unidos elija ataques selectivos con los que mandar mensajes al Gobierno de los ayatolás para que controlen a sus milicias en los países vecinos, que afilan cuchillos mientras ven la suerte palestina.