Un grupo de manifestantes simula la muerte de los rehenes israelíes durante la gran marcha de Tel Aviv que reclama su liberación. Reuters

La ultraderecha israelí amenaza con derrocar a Netanyahu si ordena un alto el fuego en Gaza

El ministro de Defensa afirma que estudia una «alternativa» a Hamás para gobernar Gaza mientras 120.000 personas piden el fin de la guerra y elecciones

Sábado, 1 de junio 2024

La propuesta de paz acordada con Israel, que el presidente de EE UU, Joe Biden, hizo pública el viernes, amenaza con derribar el Gobierno de Benjamín Netanyahu. Los dos partidos ultranacionalistas que sustentan al primer ministro -Sionismo Religioso y Otzma Yehudit- han alertado de que « ... derrocarán» al Ejecutivo si apuesta por este plan y decreta un alto el fuego. Ambas formaciones consideran que finalizar la guerra sin haber eliminado por completo a Hamás frustraría el objetivo central de la operación militar.

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Sobre Netanyahu, además de esta presión, pesa la de las familias de los cautivos, que el sábado por la noche reunieron a más de 120.000 personas en Tel Aviv para exigir la adhesión a la iniciativa difundida por Biden y rescatar cuanto antes a los secuestrados. Se trata de la mayor movilización ciudadana desde el atentado terrorista del 7 de octubre, según destacaron los medios nacionales. Miles de personas más se concentraron en otras ciudades del resto del país y reclamaron la convocatoria de elecciones.

La impresionante manifestación de Tel Aviv, con la plaza de la Democracia y las principales avenidas invadidas por un gentío, se prolongó hasta la madrugada. Dos de los participantes resultaron heridos en enfrentamientos con la Policía, que utilizó un cañón de sonido para disolver algunas concentraciones. Entre los lesionados se encontraba el superintendente jefe de la Policía, Avi Ofer, a quien minutos antes se le vio discutiendo con un líder laborista al que espetó: «¡Siempre estás causando problemas!».

Los manifestantes reclamaron nuevas elecciones en el país. Reuters

Expertos hebreos creen que la envergadura de esta protesta supone la muestra suprema del «hartazgo» de la población con la estrategia del Gobierno y el deseo de que «vuelvan los rehenes y se alcance la paz». Miles de civiles acudieron espoleados por el discurso de Joe Biden en la víspera, tal y como pudo comprobarse en las intervenciones de los principales oradores.

Protestas ciudadanas

Tel Aviv acoge la mayor manifestación contra el Gobierno desde los ataques del 7 de octubre

Shaul Meridor, exjefe del Departamento de Presupuestos que dimitió en 2020 en protesta por la política económica de Israel Katz, entonces ministro de Finanzas, exclamó que «el mundo entero está contra nosotros», en alusión a la condena internacional por la muerte de civiles en Gaza; rechazo que Maldivas ha plasmado este fin de semana al prohibir el ingreso de ciudadanos israelíes en su territorio. «Anoche recibimos un recordatorio de cómo es un verdadero líder, que se preocupa por el futuro de Israel y no por el suyo propio. Gracias, presidente Biden», añadió Meridor.

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Ben Gvir y Bezalel Smotrich, en una sesión del Parlamento israelí. Reuters

Gal Pichovich, otro ponente asiduo en los actos de las familias de los rehenes, coincidió en que Biden «nos dijo que despertáramos. ¿Permitiremos que Netanyahu, Ben Gvir y Tzachi Hanegbi (jefe del Consejo de Seguridad Nacional) sigan perdiendo el tiempo y abandonen a los rehenes en Gaza, o les haremos saber que todo ha terminado y que están listos para ser traídos a casa?».

Primer veto

El Gobierno de Maldivas prohíbe el ingreso de ciudadanos israelíes en su territorio

Nadie era capaz de predecir este domingo si las multitudinarias marchas de protesta tendrán peso en los siguientes movimientos de Netanyahu. Desde luego, no en el ala ultraderechista del Ejecutivo. El Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, tras la finalización de la festividad del Sabath, se puso en contacto con Netanyahu para dejarle claro que no formará parte «de un Gobierno que acepte el esquema propuesto y ponga fin a la guerra sin destruir a Hamás y traer de vuelta a todos los rehenes».

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Una oficial aparta a una joven participante en la multitudinaria manifestación contra Netanyahu en Tel Aviv. Reuters

El dirigente de Sionismo Religioso agregó que una retirada del ejército de la Franja provocaría «graves daños» a «los logros de la guerra hasta el momento» y consideró que si no se «destruye» la milicia palestina y se autoriza «la liberación total de terroristas» volverán, «Dios no lo quiera, a asesinar judíos». Por su parte, Ben Gvir proclamó que su partido, Otzma Yehudit, «desmantelará el Gobierno» en caso de aceptarse «un acuerdo imprudente que sería una victoria para el terrorismo y un riesgo para la seguridad del Estado».

Reunión del gabinete

El gabinete de guerra se reunió anoche. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, acudió a la cita convencido de la necesidad de la «acción militar» y envió a la Casa Blanca el mensaje de que «estamos trabajando» para perfilar un «Gobierno distinto al de Hamás» para el día después de la guerra en Gaza. Benny Gantz, el único líder la oposición en este consejo, recordó que ha dado de plazo a Netanyahu hasta el próximo día 8 para proponer un plan de resolución a la crisis o dejará la coalición.

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Netanyahu, con las tropas durante una visita al frente de Gaza. EP

Sionismo Religioso y Otzma Yehudit sumaron catorce escaños en las elecciones de 2022 y con ese saldo sostienen la continuidad gubernamental. En ese sentido, el jefe de la oposición, Yair Lapid, salió al rescate del Ejecutivo y se ofreció a proporcionar una «red de seguridad política» con los 24 escaños de su partido, Yesh Atid. También el presidente, Isaac Herzog, mostró su adhesión a Netanyahu y le instó a seguir la línea trazada por Biden porque «no hay deber más grande que el de conseguir el retorno de los rehenes».

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