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La recta final del ramadán se tiñó de sangre en la noche del miércoles -madrugada de este jueves en España- en Yemen. Al menos 85 personas perdieron la vida y mas de 300 resultaron heridas víctimas de una estampida que se produjo en un centro ... de reparto de ayuda de Saná, la capital del país del sur de la península arábiga. Cientos de personas se habían juntado a las puertas del establecimiento situado en el distrito histórico de Bab al- Yemen con la esperanza de obtener la donación de 5.000 riales yemeníes -unos siete euros- ofrecida por los comerciantes de la ciudad con motivo del final del mes sagrado del ayuno entre los musulmanes.
Testigos presenciales relataron a la agencia Associated Press que miembros de la seguridad de los rebeldes hutíes dispararon al aire para intentar controlar a la multitud, con la mala fortuna de que una de las balas habría impactado en un cable eléctrico que explotó y provocó el pánico entre la multitud. La desbandada resultó mortal en las estrechas callejuelas de Saná.
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Las imágenes desgarradoras difundidas por Al-Masirah TV, canal de los hutíes, mostraban cuerpos amontonados en el suelo, clara fotografía del incidente más sangriento no relacionado con la guerra que sucede en este país en los últimos años y se produce en un momento marcado por la esperanza abierta por la negociación entre saudíes y hutíes para poner fin a las hostilidades.
El portavoz del Ministerio de Interior, Abdel Khaleq al-Aghri, calificó lo ocurrido de «tragedia» y culpó de la desgracia a la «distribución aleatoria» de ayuda, sin coordinación con las autoridades. La Policía detuvo a los tres comerciantes que organizaron el reparto del dinero y los hutíes anunciaron una compensación de 2.000 dólares a las familias de los fallecidos y de 400 a los heridos, según recogió el canal de televisión qatarí Al-Jazeera.
Tras el incidente, las familias de los afectados se precipitaron a los hospitales, pero muchos no pudieron entrar porque había altos cargos visitando víctimas.
Yemen es uno de los países más pobres del mundo árabe y la guerra que acoge desde 2014 ha generado una de las crisis humanitarias más graves del mundo. Más de veintiún millones de personas precisan asistencia y protección, cifra que constituye dos tercios de la población, según datos de Naciones Unidas. Esta guerra ha provocado asimismo 4,5 millones de desplazamientos internos.
Tras ocho años de conflicto bélico la paz parece más cerca tras el reciente acuerdo para retomar relaciones diplomáticas entre Irán, principal aliado de los hutíes, y Arabia Saudí, que apoya al Gobierno reconocido por la comunidad internacional. La semana pasada una delegación de Riad viajó a Saná para reunirse con los líderes rebeldes y negociar el final de las hostilidades y el levantamiento del bloqueo que sufren los puertos yemeníes.
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