La ausencia de un plan para el día después en Gaza y de un acuerdo para liberar a los cautivos han provocado que el Gobierno de unidad nacional sea historia en Israel. Benny Gantz retrasó un día el anuncio de su salida del Ejecutivo formado ... para los tiempos de guerra tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, y la causa del retraso fue la liberación de cuatro de los rehenes israelíes en el campo de refugiados Nuseirat. El exjefe del ejército y exministro de Defensa cumplió la palabra que dio el 18 de mayo y al no ver respuesta alguna de Benjamín Netanyahu a su ultimátum deja su puesto. Gantz se fue acusando al primer ministro de «impedir que alcancemos la victoria verdadera» y por eso le pidió «elecciones anticipadas» en otoño.
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Hace dos semanas Gantz puso sobre la mesa seis objetivos claves a cumplir para seguir en el Gobierno, pero el primer ministro no le ha dado respuesta alguna. Para Gantz una «victoria verdadera» significa el regreso con vida de los cautivos, sustituir a Hamás por un gobierno alternativo en Gaza y la creación de una alianza regional contra Irán. El exgeneral pidió perdón a las familias de los rehenes: «Hemos fallado», les dijo.
Por su parte, un Netanyahu eufórico por la liberación de Noa Argamani, Almog Meir, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv el pasado sábado en el campo de refugiados de Nuseirat, en una operación en la que el ejército mató a 274 palestinos e hirió a otros 698, pidió a Gantz que repensara su decisión porque Israel se enfrenta a «una guerra existencial» y le recordó que «mi puerta siempre estará abierta para cualquier partido sionista que busque la seguridad de los ciudadanos». El primer ministro insistió en que «debemos permanecer unidos para hacer frente a las grandes misiones que tenemos por delante», pero no tuvo éxito con esta petición.
En cualquier caso, la salida de Gantz del Ejecutivo no pone en riesgo el puesto de Netanyahu, ya que cuenta con el firme apoyo de ultranacionalistas y ultraortodoxos, pero acaba con ocho meses en los que el exministro de Defensa le había servido para suavizar su imagen de cara a los israelíes de centro y a la comunidad internacional.
El exjefe del ejército toma distancia de cara a ganar apoyo para unas próximas elecciones en las que las encuestas le dan una ligera mayoría. En opinión de Netanyahu se trata de «una decisión política» e Itamar Ben Gvir, ministro ultranacionalista de Seguridad Nacional, se ofreció de inmediato para ocupar el lugar de Gantz en el gabinete de guerra.
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Esta dimisión no fue la única de la jornada ya que a media tarde el comandante de la división de Gaza del ejército, el general Avi Rosenfeld, anunció que dejaba su cargo. Se trata del primer comandante que dimite desde el 7 de octubre y en su carta de despedida lamentó haber fracasado en su misión de proteger a los civiles israelíes a lo largo de la frontera con la Franja.
El primer ministro es centro de críticas cada día, pero aguanta la presión y se mantiene firme. La última polémica se generó porque fue de los primeros en acudir el sábado al hospital al que llegaron los rehenes liberados para estar con ellos y sus familias. El colectivo de allegados de los cautivos criticó que nunca ha tenido tiempo para reunirse con las familias que han recibido los cuerpos sin vida de sus seres queridos u un fin de semana más miles de personas tomaron las calles de Tel Aviv para exigir un acuerdo que permita un intercambio seguro de secuestrados por prisioneros palestinos.
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