Israel desafía a la ONU y le acusa de amparar el «secuestro de bebés» y la «violación de mujeres»

Con la invocación a una cláusula del documento fundacional de Naciones Unidas que solo se había usado antes tres veces y en situaciones críticas, Guterres pide el alto al fuego. El alto diplomático también dirigió una carta al presidente del Consejo de Seguridad en la que advierte del «severo riesgo de colapso del sistema humanitario» en Gaza debido a «una situación que se está deteriorando rápidamente, para derivar a una catástrofe con implicaciones potencialmente irreversibles».

Con los poderes adicionales que le da ese artículo, el secretario general ha podido convocar al Consejo de Seguridad para hablar sobre el tema sin necesidad de que un país miembro le invite formalmente. Es una de las prerrogativas que da esa norma, que también inviste de poderes especiales al máximo órgano de la ONU. Hasta esta semana solo se había invocado en tres ocasiones en la historia de las Naciones Unidas: en 1960, para proporcionar asistencia militar de este organismo al gobierno del Congo Belga; en 1979 para pedir la liberación de los rehenes de la embajada estadounidense en Teherán en respeto a su inmunidad diplomática, y en 1989, cuando Javier Pérez de Cuéllar lo utilizó para pedir un alto al fuego en la guerra civil del Líbano.

A nivel práctico, sirve para forzar el debate de la ofensiva israelí en Gaza, que supera ya los 17.000 muertos. Solo la agencia de ayuda humanitaria para refugiados palestinos de la ONU ha perdido a 130 trabajadores en Gaza, «asesinados con sus familias», recordó un portavoz de esa entidad. «Esto es urgente. Hay que salvar a la población civil de un daño mayor».

No hay críticas políticas en la carta, ni más amenaza que la de «epidemias» y «éxodos masivos de refugiados a los países vecinos» porque «las actuales condiciones hacen imposible conducir cualquier operación humanitaria significativa», determinó el secretario general de la ONU.

Guterres no tiene capacidad para forzar al Consejo de Seguridad a votar la resolución de alto al fuego que solicita. En cualquier caso, si el debate derivase en una tregua, es de anticipar que EE UU utilizaría su derecho al veto para bloquearla, como hiciera en octubre con la que introdujo Brasil. El secretario general ha intentado ser contundente en su condena «inequívoca» de los «espeluznantes» actos terroristas de Hamás en Israel, pero no ha sido el socio leal que Israel esperaba, desde el momento en que recordó en un discurso que los atentados «no habían salido de la nada». Esa referencia al contexto del conflicto propició que el ministro de Exteriores israelí y el embajador del Gobierno hebreo en la ONU pidieran su dimisión, como volvieron a hacer este jueves.

El enojo del Ejecutivo judío se manifestó también el pasado lunes durante la exposición 'Oye Nuestras Voces', en la que Israel denunció el silencio de Naciones Unidas ante la violencia sexual contra israelíes durante el ataque de milicianos de Hamás el 7 de octubre en el que hubo 1.200 asesinados. La ONU emitió hace cuatro días un comunicado «condenando los brutales atentados de Hamás», pero su «alarma» sobre los relatos de violencia sexual y de género perpetrada durante esos ataques, junto a la promesa de «investigarlos y perseguirlos debidamente», no contentaron al Gobierno hebreo. Para su ministro de Exteriores, la «distorsión moral» y «parcialidad contra Israel» que demuestra el secretario general de la ONU supone, «en la práctica, una llamada a mantener el reino de terror de Hamás en Gaza».

Guterres y la ONU recibieron el apoyo a su iniciativa por parte del Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, y también de la Liga Árabe. Uno de sus miembros, Emiratos Árabes Unidos, va a presentar un borrador para solicitar un alto el fuego ante una situación «apocalíptica», tal como la definió el alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk.

El presidente español y de turno de la UE, Pedro Sánchez, llamó a Guterres para «trasladarle todo su apoyo» por la invocación el artículo 99 de la Carta de Naciones Unidas. «Condenamos el terrorismo de Hamás y, con la misma fuerza, exigimos que el Derecho Internacional Humanitario sea respetado», subrayó Sánchez en un mensaje en X.