La tregua en Gaza comenzará el domingo tras contener Netanyahu la rebelión ultra de su Gobierno

El alto el fuego comenzará sobre las 12.15 horas del domingo en Gaza. Después de un confusa jornada de profunda incertidumbre, el Gobierno israelí dio finalmente anoche su visto bueno al pacto con Hamás. La firma estaba prevista ayer, pero el primer ministro, Benjamín Netanyahu, la aplazó tras denunciar que la milicia islamista había añadido condiciones de última hora al acuerdo que no se habían contemplado durante la negociación. La milicia lo negó de inmediato. A esa hora ya trascendía que, en realidad, Netanyahu tenía un incendio en casa.

Los sectores ultraderechistas de su Ejecutivo amenazaron con irse y romper la coalición dirigente si se firmaba el acuerdo. Aparentemente, el primer ministo pudo contener la presión. Por la tarde se avanzó que el gabinete de seguridad israelí se reunirá está mañana para votar afirmativamente el acuerdo. Si no ocurre imprevisto alguno, el gabinete ampliado del Gobierno lo refrendará mañana y a mediodía del día siguiente callarán las armas en una Franja castigada duramente.

Gaza celebró ayer el anuncio del acuerdo de alto el fuego entre las bombas, que dejaron más de 80 muertos, y una profunda sensación de incertidumbre ante la falta de confirmación oficial por parte de Israel durante casi toda la jornada. Tras el anuncio lanzado en redes sociales por Donald Trump el miércoles, llegaron las palabras del emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, quien detalló que el alto el fuego comenzaría el domingo. Pero faltaban las palabras de Benjamín Netanyahu, la persona que ha tenido siempre la última palabra en esta guerra desde el primer día y la volverá a tener.

El silencio del primer ministro ayer indicaba que había problemas. Sus palabras no llegaron, unos y otros se acusaron mutuamente del retraso y el acuerdo quedó en el aire a la espera de su ratificación por parte del Gobierno. El Canal 12 de la televisión israelí aseguró que a lo largo del día se superaron las diferencias y que la votación se celebrará esta mañana. Un acuerdo entre Hamás e Israel siempre es complejo y esta vez mucho más después de 15 meses sin líneas rojas.

La sopresa saltó a media mañana. Cuando todo el mundo esperaba la votación del gabinete para aprobar el texto al que el equipo negociador israelí había dado el visto bueno, la oficina del primer ministro anunció que se retrasaba. Los israelíes acusaron a Hamás de «incumplir partes para obtener concesiones de último momento». El gabinete «no se reunirá hasta que los mediadores notifiquen a Israel que Hamás ha aceptado todos los elementos del acuerdo». Los medios informaron que las diferencias con Hamás obedecieron a la lista de presos palestinos que serán liberados, en la que incluyeron nombres que no fueron aceptados.

Dirigentes islamistas como Izzat Al Risheq negaron esta información y dejaron claro que «mantenemos el compromiso» con el texto aprobado en Doha. Hamás reiteró que no hubo peticiones de última hora. La pelota quedaba en el alero de Netanyahu.

El retraso provocó la desesperación entre las familias de los rehenes, que desconfían de los planes del primer ministro. Ora Rubinstein, tía de Bar Kuperstein, secuestrado por Hamás en el festival Nova Music que se celebraba a las puertas de Gaza el 7 de octubre de 2023, declaró que «no recibimos ninguna información, sólo mensajes generales de la Administración que dicen que Hamás está provocando el retraso. En mi opinión, se debe a problemas en la coalición de gobierno. Mantenernos siempre informados está al final de su lista de prioridades». Las calles de Tel Aviv y Jerusalén vivieron nuevas movilizaciones para pedir al Ejecutivo que siga adelante con el acuerdo.

Son momentos de gran incertidumbre política en Israel porque ministros ultranacionalistas como Itamar Ben Gvir, responsable de Seguridad Nacional, han anunciado que se oponen al pacto y que votarán en contra. Netanyahu trata de mostrar a su gabinete que acepta el texto debido a la presión de Trump y, al mismo tiempo, que gracias a su intervención Hamás no ha podido modificar los términos acordados. Pero estos argumentos no convencen a unos ultranacionalistas que albergaban el sueño de expulsar a los palestinos y volver a levantar colonias en la Franja.

El responsable de Economía, Bezalel Smotrich, fue una de las voces más esperadas de la jornada. El líder de Sionismo Religioso mostró finalmente su apoyo a la primera fase del acuerdo, que durará seis semanas en las que Hamás liberará a 33 rehenes. Pero exigió a Netanyahu que le garantizara por escrito que, tras esta primera liberación, retomará la guerra a gran escala para acabar con Hamás, según el portal Ynet.

Por su parte, Ben Gvir amenazó anoche con dimitir este mismo fin de semana si el alto el fuego entra en vigor. Yair Lapid, el líder de la oposición, reaccionó de inmediato y ofreció a Netanyahu «toda la red de seguridad que necesitas. No tengas miedo ni te dejes intimidar», le animó en un tuit.

El primer ministro buscó durante toda la jornada la manera de calmar al sector más radical del gabinete y en los medios destacaron que Trump le ha ofrecido un primer paquete de compensaciones por el acuerdo. EE UU levantará todas las sanciones a los extremistas, colonos y empresas de software espía israelíes, según adelantó el nuevo secretario de Estado Marco Rubio, y se esperan grandes confiscaciones de tierras en Cisjordania. Como ocurre en Líbano, Israel también contará con el apoyo de Washington para realizar ataques en Gaza si detecta violaciones del acuerdo.

La primera de las tres fases es la que está cerrada. Las otras dossiguen en el aire. La inicial durará 42 días y arrancará el lunes, cuando Hamás liberará a los primeros 3 rehenes de los 33 que se ha comprometido a dejar en libertad durante esta fase. A cambio, el ejército se retirará paulatinamente de amplias zonas de la Franja.

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