Israel ataca el sur de Líbano en respuesta al lanzamiento de un cohete

En respuesta al incidente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) acudieron al pueblo de Ghajar -anexionado por tropas israelíes durante la guerra de 2006- para verificar que la agresión había «tenido origen alrededor de la localidad de Kfarchuba, al sur de Beirut», según la versión de este grupo.

Aunque nadie reclamó la autoría del bombardeo contra Ghajar, el Estado judío considera que fue obra de las milicias palestinas que residen en los campos de refugiados de Líbano, como la Yihad Islámica y Hamás. También asegura que el movimiento Hezbolá, respaldado por Irán, estaría detrás de las agresiones, ya que controla el territorio. «No hay algo que se haga sin conocimiento o consentimiento de la comunidad chií de la zona». Ni el Gobierno libanés ni la misión de paz internacional, conocida como Unifil, hicieron comentarios sobre las explosiones.

Minutos después del lanzamiento de más de quince obuses de 150 milímetros contra Kfarshuba y Halta, Hezbolá publicó un comunicado de condena del muro que el país hebreo levanta en el norte de la localidad anexionada, pidiendo que se adopten medidas para «impedir la consolidación de la ocupación». Desde el fin de la guerra entre Israel y el movimiento armado hace seis años, Naciones Unidas ha solicitado al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu que abandone el territorio, hoy fraccionado en dos, y ponga fin a la construcción de la barrera divisoria, una demanda que por ahora no ha sido atendida.

Israel ha enviado esta semana sus tropas a dos de sus flancos, desde donde ha recibido también varios ataques. Un israelí fue tiroteado ayer en las inmediaciones del asentamiento de Kedumim, en el norte de Cisjordania. Su asesinato, a manos de un palestino que huyó pero fue abatido poco después por las autoridades, ocurrió en medio de las tensiones en la región. Hace sólo tres días, el ejército judío terminó su operación de castigo de 48 horas contra Yenín.