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Las autoridades de Israel se preparan para completar 2024 en guerra. Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad del primer ministro, Benjamín Netanyahu, explicó este miércoles que la previsión del Gobierno es que el conflicto en Gaza se alargue. «Tenemos otros siete meses de lucha para lograr ... lo que definimos como 'la destrucción de las capacidades militares y gubernamentales de Hamás'», añadió en declaraciones concedidas al canal público Kan. Informó asimismo de la rapidez con la que se llevan a cabo las operaciones en Rafah, donde el ejército ya tendría bajo control todo el llamado 'Corredor de Filadelfia', la zona de separación entre la Franja y Egipto. Este pasillo de catorce kilómetros, donde se han localizado veinte túneles de la milicia islamista, es uno de los grandes objetivos de Tel Aviv, que quiere cortar cualquier tipo de acceso de Hamás al país vecino. El problema es que su invasión equivaldría a reocupar Gaza, un extremo al que, en principio, se opone Estados Unidos.
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La batalla es intensa en Rafah, donde las fuerzas hebreas perdieron a tres soldados a causa de la explosión de una bomba trampa en un túnel. Israel ha sufrido 291 bajas desde que comenzó la operación en Gaza posterior al ataque de Hamás del 7 de octubre. Los hebreos no cumplen con la orden de la justicia internacional de detener la operación y las tropas combaten en el mismo centro urbano de una ciudad que llegó a albergar a 1,4 millones de personas, la inmensa mayoría desplazados del norte que llegaron huyendo de las bombas. Sin embargo, más de un millón de ellas han tenido que salir por la fuerza en apenas tres semanas y ahora viven entre escombros y sin servicio alguno en supuestas 'zonas seguras' creadas por el ejército.
Desde que las tropas entraron en Rafah el cruce a Egipto está cerrado a cal y canto. Naciones Unidas lamentó que tan sólo ha podido recibir 170 camiones con ayuda en las pasadas tres semanas, «una gota en el océano» porque se necesitan más de quinientos al día. Los cruces por tierra permanecen cerrados y el puerto militar levantado por Estados Unidos ha sido un fracaso porque sufrió graves daños debido al mal tiempo y el proyecto ha quedado en suspenso. En este punto Israel también desoye a la Corte Internacional de Justicia, que le investiga por genocidio, y que le pidió que permitiera el acceso de la ayuda para los civiles.
Ante la gravedad de la crisis humanitaria, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja pidió una tregua y el acceso humanitario sin obstáculos a la Franja. «Necesitamos desesperadamente una solución política que nos permita lograr un alto el fuego para repartir ayuda», declaró su presidenta, Kate Forbes, en una entrevista concedida a Reuters. «Estamos listos para marcar la diferencia. Tenemos que tener acceso, y para tener acceso tiene que detenerse la batalla», insistió Forbes, al frente de la red humanitaria más grande del mundo.
Netanyahu abandera este bloqueo y se mantiene firme en la estrategia del uso máximo de la fuerza para intentar liberar a los cautivos y acabar con Hamás, pero pasan los meses y no logra cumplir los objetivos.
Las críticas internas aumentan y el líder de la oposición, Yair Lapid, anunció este miércoles en redes sociales que ha acordado «un plan de acción para reemplazar al Gobierno» junto a Gideon Saar (Partido de Unidad Nacional) y Avigdor Lieberman (Nuestra Casa es Israel). Lapid adelantó que confía en que Benny Gantz abandone pronto el gabinete de unidad nacional para unirse a ellos y acabar con la era Netanyahu.
El exjefe del ejército y miembro también del gabinete de unidad, Gadi Eisenkot, arremetió contra el primer ministro y dijo que «no ha logrado alcanzar todos sus objetivos. Netanyahu está vendiendo ilusiones. Israel debe celebrar elecciones antes de fin de año».
Por otra parte, la cadena CNN y el diario 'The New York Times' han investigado el ataque del domingo contra un campo de desplazados que costó 45 vidas y que Netanyahu definió de «trágico error». Concluyeron que las bombas empleadas fueron GBU-39, una munición fabricada en Estados Unidos que Washington habría recomendado emplear a sus aliados para reducir las víctimas civiles. Para la Administración de Joe Biden este ataque no cruzó ninguna línea roja y mantiene su apoyo total a Israel.
La excandidata en las primarias republicanas Nikki Haley ha sido fotografiada durante su reciente visita a Jerusalén escribiendo un mensaje en un proyectil del ejército de Netanyahu. «Acabad con ellos. Estados Unidos quiere a Israel», plasmó, según explicó Danny Danon, exembajador hebreo ante Naciones Unidas, quien la acompañó en el viaje.
En declaraciones a la prensa, Haley reafirmó su gesto al asegurar que «Washington necesita entender que si Israel está luchando contra nuestros enemigos, ¿cómo no vamos a ayudarlos?». Posteriormente añadió que es necesario que su país «haga todo lo que Israel necesite», en lugar de decirle cómo pelear en la guerra. «O eres amigo o eres enemigo», expresó la republicana.
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