Guterres suplica al mundo que restaure el apoyo a la agencia de ayuda a los palestinos

Allí donde «todos y cada uno de los gazatíes están hambrientos», donde medio millón lucha contra «niveles catastróficos», catorce países han suspendido sus donaciones a la organización creada en 1949 para velar por los refugiados palestinos, que ha seguido trabajando bajo las bombas. Al menos 152 de sus empleados han perdido la vida desde que empezó la campaña militar, que ha bombardeado también 145 de sus instalaciones. «Los servicios que UNRWA proporciona salvan la vida de más de tres cuartas partes de los residentes de Gaza y no deben arriesgarse por las acciones de unos cuantos individuos», dijo, por su parte, Martin Griffiths, coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU ante el Consejo de Seguridad.

Toda la ONU se ha volcado en persuadir al mundo de que mantenga a flote a la agencia, que está en la picota tras haber despedido a nueve trabajadores acusados de participar directa o indirectamente en los ataques de Hamás (otro de los acusados ha fallecido y dos están desaparecidos). Se trata del 0,09% de los 13.000 empleados que tiene la agencia en Gaza, o el 0,04% de los 30.000 con los que asiste a cinco millones de refugiados palestinos, desbordados por las fronteras vecinas.

«Apelo a todos los Estados miembros a garantizar la continuidad del trabajo de salvar vidas que hace la UNRWA», pidió Guterres en la apertura de sesiones del Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino. En otra sala contigua se reunían por segundo día consecutivo los quince integrantes del Consejo de Seguridad, el único órgano que tiene dientes para forzar consecuencias de sus resoluciones. Entre ellos hay varios de los donantes que han decidido suspender la ayuda al brazo de la ONU que socorre a los palestinos.

La víspera Gutiérrez había presentado en privado su súplica a los donantes, que este miércoles parecían querer tranquilizarlo en público. «La decisión de Estados Unidos de pausar temporalmente nuestra ayuda a la UNRWA no es una medida de castigo, sino un toque de atención», minimizó la embajadora Linda Thomas -Greenfield durante su intervención ante el Consejo de Seguridad.

Con ello alentaba las esperanzas de evitar la catástrofe humanitaria que Guterres teme. Eso sí, condicionado a que la agencia demuestre que puede tomar medidas para limpiar su casa. Israel sostiene que en realidad son muchos los empleados que colaboran con Hamás, y eleva esa cifra al 10% del personal de UNRWA en Gaza, tras cruzar el directorio de empleados de la agencia con una lista de miembros de Hamás que dice haber encontrado en un ordenador durante una de sus operaciones militares en Gaza.

El secretario general de la ONU también amplía su demanda, que no sólo debe limitarse a mantener la ayuda económica a UNRWA, sino «a más cruces fronterizos a Gaza para reducir la congestión y evitar los controles de seguridad». Guterres pide un acceso «rápido, seguro, sostenido y sin trabas a todo el territorio de Gaza», pero especialmente al norte, donde Israel le ha denegado acceso la mayoría de las misiones de la ONU, acusó.

Hay otro foco que le tiene alarmado: «Los altos niveles de violencia de los colonos en la Cisjordania ocupada». Allí también continúan «las intensas operaciones israelíes, que llevan a intercambios armados mortales». El furor del conflicto palestino se extiende también al otro lado de la línea azul y los ataques en Siria, Irak y el Mar Rojo, que amenazan una mayor escalada y ponen en riesgo la estabilidad regional. «Llamo a que se den pasos urgentes para desescalar la situación y librar a la región de más violencia antes de que sea tarde», pidió.

A su juicio, la única solución es la creación de dos Estados basándose en las fronteras de 1967, con Jerusalén como capital de ambos, de acuerdo a las resoluciones de la ONU. Estados Unidos no llega tan lejos, pero, según la página de Axios, el Departamento de Estado contempla el reconocimiento del Estado palestino como una de las soluciones que propondrá al presidente, Joe Biden, para alcanzar una salida diplomática al conflicto. Sería a condición del restablecimiento de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, algo que, desde los bombardeos del 7 de octubre, este último país solo considerará si se trata de algo irrevocable.

Las fuentes de Axios insisten en que es solo una de las muchas opciones que se le plantean al presidente, pero al estar en campaña electoral para su reelección en noviembre, Biden sabe que necesita un gesto contundente hacia Palestina para recuperar a los votantes musulmanes de Michigan y a los jóvenes de todo el país.