Fiestas hutíes con 'cocaína yemení' en un carguero secuestrado en el mar Rojo y convertido en atracción turística

Con sus más de cien ataques con drones y proyectiles a barcos en el mar Rojo desde el 7 de octubre, fecha del inicio de la guerra en Gaza, los rebeldes han generado una alerta internacional. Estados Unidos, la UE y la OTAN ha reaccionado al aprobar el envío de buques de guerra para proteger a los mercantes. Los hutíes insisten, fieles a su lema: «Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, malditos sean los judíos y victoria del Islam». Son un pueblo resistente. Siguen en pie tras los bombardeos de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes.

Ahora pelean también por los palestinos. Y celebran su victoria al secuestrar al 'Galaxy Leader'. Su captura desató la euforia en las filas hutíes. Hay a diario filas de visitantes para visitar el carguero. Más de dos mil personas han subido ya a esta improvisada atracción turística. Se graban vídeos en las instalaciones del barco y hasta hay retransmisiones en directo. En las calles cercanas al puerto, vendedores ambulantes ofrecen réplicas en miniatura del mercante.

A eso se suman las fiestas dentro del 'Galaxy'. En uno de los vídeos se ve al líder de grupo de los asaltantes mascando 'Khat', una sustancia allí empleada para engrasar la relaciones sociales. Para desinhibirse. La droga, de un efecto similar a las anfetaminas, le anima. El festejo, a ritmo de un laúd, sigue con bailes tradicionales. Los hutíes, vestidos con sus túnicas y un chal sobre los hombros, portan dagas, sus 'jambiyyas'. Fuman en pipas de agua y pisotean banderas estadounidenses mientras retienen a los 25 miembros de la tripulación, filipinos, búlgaros, rumanos, mexicanos y ucranianos. Invitados obligados a la fiesta hutí del 'Galaxy Leader'.