Erdogan critica la «vergonzosa» inacción de Naciones Unidas para defender a los cascos azules

Israel -la noche de este lunes volvió a hacerlo Benjamín Netanyahu- ha exigido la retirada de la misión alegando que son utilizados como «escudos humanos» por el partido-milicia chií libanés Hezbolá.

Turquía se ha unido a varios países occidentales y a la Unión Europea a la hora de rechazar las acusaciones hebreas de que la ONU mantiene tropas en el Líbano para obstruir las operaciones militares contra Hezbolá. En este sentido, el alto comisionado de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell declaró que es «completamente inaceptable atacar a las tropas de las Naciones Unidas». También la organización Human Rights Watch reclamó una investigación sobre los ataques israelíes a la FINUL.

Asimismo, Gran Bretaña, Italia, Francia y Alemania denunciaron duramente a Israel y pidieron el cese inmediato de sus ataques contra las fuerzas de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Líbano, que violan el derecho internacional humanitario.

La FINUL, establecida en 1978, está integrada por unos 10.500 soldados de unos 50 países, de los que unos 650 son españoles, que velan por el alto el fuego en la frontera.

Por su parte, China pidió este lunes al ejecutivo de Tel Aviv que termine con los «desastres humanitarios» en Gaza. En una conversación telefónica mantenida entre el ministro de Asuntos Exteriores de Pekín, Wang Yi, con su homólogo hebreo, Israel Katz, el gigante asiático informó de que «la renovación del conflicto y la agitación en la región no sirve a los intereses de nadie», y pidió un «alto el fuego inmediato, completo y permanente en Gaza y la liberación de todos los rehenes».

Hasta cinco 'cascos azules' han resultado heridos en ataques israelíes en los últimos días contra sendos puntos de vigilancia y otros quince resultaron afectados por una cortina de humo lanzada por efectivos israelíes que irrumpieron con dos carros de combate en una de las posiciones de la fuerza internacional este domingo.