El Ejército israelí pone rostro de mujer a sus mensajes para el mundo

La política comunicativa de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) ha variado tras el brutal ataque de Hamás contra el sur de Israel. En las redes sociales, oficiales y soldados femeninos aparecen en los entrenamientos y en los equipos que entran en los lugares atacados para examinar las evidencias. Se graban en directo, como si fuese una story de Instagram, en los kibbutz arrasados o en el escenario de Nova, el concierto por la paz que fue atacado por los yihadistas de Gaza en el que hay hay más de 700 muertos confirmados y decenas de secuestrados. Y su mensaje es mucho más humano que el de los militares masculinos que ofrecen el balance diario de las operaciones o prometen venganza a su pueblo. Las soldados hacen esfuerzos por no llorar o se emocionan. Y el mensaje que repiten es: «Estamos aquí para proteger a nuestras familias».

Este esfuerzo comunicativo tiene un sentido político claro. Israel sabe que uno de los campos en los que se juega la victoria es en el de la opinión pública internacional. Sus campañas de bombardeos sobre Gaza son el gran talón de Aquiles político que puede llevar a que algunos de los países que les han prestado apoyo en las últimas horas modificque su postura ante las protestas de sus comunidades. Por ejemplo, dentro del cambio en su política de relaciones públicas, es una mujer la elegida por las FDI para explicar las inminentes acciones sobre la franca así como el bloqueo al que se ha sometido a los dos millones de gazatíes.

En el vídeo, una mayor del Ejército explica que los pasos que comunican Israel con Gaza fueron volados el 7 de octubre por Hamás, por lo que están cerrados. «No proporcionaremos a Hamás ni suministros ni materiales. Estamos en una guerra que ellos empezaron y no tenemos ninguna obligación de proporcionar material a nuestro enemigo», agrega. La imagen que están ofreciendo, es, en cierta forma, la de madres corajes que defienden la familia. Esta narrativa obedece a la intención de Israel de presentarse como una comunidad que solo busca defenderse ante las agresiones exteriores, una de las obsesiones comunicativas del país.

Pero en los vídeos grabados con mujeres también se ofrecen otro tipo de mensajes más internos. En uno de ellos, una mujer que parece pertenecer a la minoría drusa -una religión compleja que incorpora la Biblia, el Corán y otras escrituras con creencisa como la reencarnación- hace hincapié en las diferentes etnias y religiones que componen las FDI. La joven recuerda como en el Ejército de Israel hay judíos, árabes, beduinos y drusos. «Juntos somos un equipo, un único corazón luchando contra el terrorismo», asegura.

Los mensajes con rostro femenino también tienen un simbolismo evidente, en un momento en el que se han mostrado imágenes de Hamás asesinando a mujeres y se sabe que ha cometido secuestros y violaciones de jóvenes, Israel recuerda que es el país que se opone a la negación del mínimo derecho de la mujer que caracteriza a los yihadistas. En este sentido, fue el tercer país del mundo en estar presidido por una mujer tras la elección en 1969 de la socialista Golda Meir como primera ministra.

Esta feminización de la comunicación también ha alcanzado a las historias que llegan a los ciudadanos. Las mujeres no forman parte de las unidades de primera línea en las FDI. Sin embargo, el 7 de octubre, sí que había jóvenes en los servicios de protección de los kibbutz o se encontraban en los cuarteles atacados. Los medios del país han contado historias como la de la joven Inbal Rabin-Lieberman, la jefa de seguridad del kibbutz Nir-Am, cercano a Gaza. Este asentamiento fue el único que no fue arrasado por Hamás gracias a que Inbal, de 25 años, organizó la defensa del recinto y coordinó el equipo de ciudadanos armados que resistieron durante tres horas el asedio de los yihadistas -25 de ellos perdieron la vida- hasta que fueron rescatados por las FDI. Los periódicos están narrando esta y otras historias de heroísmo en las que, por primera vez, las mujeres son las protagonistas.