Secciones
Servicios
Destacamos
Es conocido que la relación personal entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no son buenas, pero los vínculos entre Washington y Tel Aviv están por encima de sus mandatarios. Con elecciones en cinco meses y una ... creciente crítica interna por su apoyo militar y diplomático a Israel en Gaza, Biden presiona para intentar que la hoja de ruta que lleve a una tregua se ponga en marcha lo antes posible y las armas callen en la Franja.
En una entrevista concedida a la revista 'Time' el inquilino de la Casa Blanca ha culpado a Hamás de la falta de acuerdo para alcanzar el alto el fuego al asegurar que el grupo «podría poner fin a esto mañana». Destacó «la disposición de Israel a seguir adelante con las condiciones» y añadió que Estados Unidos, Egipto y Catar, los tres mediadores, están comprometidos con «la plena implementación de todo el acuerdo», un paso clave para ofrecer garantías a Hamás.
Noticias relacionadas
Sin embargo, Biden también insinuó que la gente tiene «todas las razones» para creer que Netanyahu prolonga la ofensiva para alcanzar beneficios políticos. Resaltó asimismo que tenía un «gran desacuerdo» con él sobre la posguerra y consideró que Israel se había comportado «inapropiadamente» durante el conflicto. La paz permitiría abrir una investigación sobre los errores de seguridad que abrieron las puertas al ataque de Hamás del 7 de octubre y las responsabilidades llegarán hasta el máximo puesto de poder en Israel.
La propuesta de alto el fuego ya está en manos de Hamás. El portavoz de Exteriores de Catar, Majed al-Ansari, confirmó que se la había entregado al grupo islamista, cuyo cuartel general en el exilio está en Doha. Al-Ansari matizó que se encuentra a la espera de obtener la «aprobación concreta» por parte de islamistas e Israel, donde los ministros ultranacionalistas amenazan con abandonar el Gobierno si Netanyahu acepta esta hoja de ruta. Washington envió al director de la CIA, Bill Burns, a la capital catarí, y al asesor en temas de Oriente Medio de presidencia, Bret McGurk, a El Cairo para intentar dar el impulso final al proceso.
La presión interna es fuerte sobre un Netanyahu que se debate entre su supervivencia política o un plan que permita liberar a los rehenes que quedan en Gaza. Los servicios de inteligencia de Israel calculan que unos 120 cautivos siguen en manos de las facciones palestinas, de los que una tercera parte estarían muertos según sus informaciones.
La noticia positiva de la jornada para Netanyahu fue que el partido ultraortodoxo Shas, su mayor socio en la coalición, comunicó su «pleno apoyo» a un posible acuerdo para liberar a los cautivos.
La confusión que rodea a la propuesta hebrea ha generado dudas en Hamás y uno de sus altos cargos declaró al canal Al-Mayedeen que hasta que Israel no aclare su posición retrasarán el envío de una delegación a negociar. Cuando Biden presentó el plan de tres fases para acabar con la guerra, los islamistas lo valoraron «de forma positiva», pero ahora esperan a tenerlo negro sobre blanco porque piensan que el enemigo sólo persigue un alto el fuego temporal para liberar a los cautivos y luego poder seguir con la ofensiva militar sobre Rafah.
Sami Abú Zuhri, alto responsable del movimiento islamista, considerado terrorista por la UE y EE UU, se mostró molesto con la insistencia de Biden para que acepten la propuesta porque «no es Hamás quien obstaculiza el acuerdo». Pero sí se mantiene firme en rechazar un acuerdo que no recoja el final de la guerra, la retirada total de las tropas y un plan de ayuda para la reconstrucción.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.