Irán acusa al Estado Islámico de otro atentado contra un santuario chií

El Estado Islámico puso en su punto de mira el tercer lugar más sagrado para el chiismo en Irán, donde ya golpeó el 26 de octubre. «Los objetivos del EI y otros terroristas contra los intereses nacionales y el pueblo de Irán están conectados (…) Daremos una respuesta decisiva a los terroristas», afirmó Ramezan Sharif, portavoz de la Guardia Revolucionaria. El asalto se produjo un mes después de las ejecuciones públicas de dos de los detenidos tras ese atentado del pasado otoño contra este mismo santuario en el que trece personas perdieron la vida y treinta resultaron heridas. «La motivación de este individuo era vengarse de las ejecuciones de los dos terroristas del incidente anterior», dijo el gobernador de la provincia de Fars, donde ocurrió el tiroteo.

El ataque de octubre lo perpetró un ciudadano afgano, que fue abatido por las fuerzas de seguridad, y la Policía detuvo a 26 personas de Afganistán, Azerbaiyán y Tayikistán por su relación con esta operación que reivindicó el grupo yihadista Estado Islámico. De los arrestados, dos fueron ahorcados en Shiraz, muy cerca del santuario, y el resto permanece en prisión, según informó la web vinculada al poder judicial, Mizan Online.

Este tipo de ataques son muy poco habituales en la república islámica. El primer golpe del EI se produjo en 2017, cuando los yihadistas lograron atentar contra el Parlamento y en el mausoleo del Imán Jomeini, padre de la revolución islámica. Esa acción del grupo yihadista en suelo iraní dejó diecisiete muertos y el grupo extremista suní demostró su capacidad de atacar el corazón de la gran potencia chií de la región. Irán participó activamente en la lucha contra el califato en Siria e Irak.

La noticia del atentado del pasado domingo eclipsó durante la jornada al intercambio de prisioneros alcanzado con Estados Unidos. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Naser Kanani, compareció ante los medios para asegurar que el proceso sigue adelante ya que «Irán ha recibido las garantías necesarias». Cinco presos con doble nacionalidad iraní y estadounidense han abandonado la cárcel de Evin para pasar a arresto domiciliario. A cambio, Washington liberará a un número aún sin concretar de reos iraníes y descongelará casi 6.000 millones de dólares de los activos de Irán retenidos en Corea del Sur.