Australia impone por primera vez una pena de cárcel por hacer el saludo nazi en público

La pena, impuesta por el Tribunal de Magistrados de la ciudad de Melbourne, es mínima en comparación con el máximo que contemplan las leyes del estado de Victoria: un año de cárcel y multas de más de 16.000 dólares. La defensa legal de este neonazi australiano de 25 años valora presentar un recurso de apelación. Su abogado sostiene que no llevó a cabo el saludo nazi y argumenta que aunque llegara a hacerlo la acusación era inconstitucional porque el gesto es una mera forma legítima de «libertad de expresión política».

Hersant decidió levantar el brazo a las puertas de otro juzgado de Melbourne donde debía comparecer en otro caso y fue grabado por las cámaras de los medios allí presentes. Desgraciadamente para él, no eligió el mejor momento para hacer este gesto. Seis días antes había entrado en vigor la ley que ilegalizaba los saludos nazis en Victoria. Cuando fue advertido de esta circunstancia, el supremacista negó haberlo hecho y se hizo el sorprendido: «Casi lo hago, ¿ahora es ilegal?». Para después despedirse con un «Australia para el hombre blanco, Heil Hitler».

Tras haberse implantado la medida en varios Estados del país oceánico, a principios de año Australia tipificó en su código penal el saludo nazi en público. También fueron criminalizadas la exhibición o comercialización de símbolos nazis, tales como banderas o insignias del Tercer Reich y la exaltación de actos terroristas y de odio supremacista. Para estos delitos se establece una pena de cárcel de hasta doce meses.

Hersant no es el primer australiano que sufre una condena en aplicación de esta legislación. En Nueva Gales del Sur, que prohibió el saludo nazi en 2022, tres hombres fueron multados con 338 dólares por hacer este gesto el pasado mes de junio en un partido al oeste de Sidney.