Monica Lewinsky ficha como modelo para luchar contra la abstención electoral

Ahora vuelve como maniquí exclusivo de la firma de moda femenina Reformation. Tiene 50 años, en las fotos luce con elegancia las prendas de unos mil euros por pieza, lleva el cabello más corto y no teme las chaquetas de cuero ni los tacones de aguja. Y aunque las poses elegidas por la firma para que luzca su ropa en las fotografías sean las usuales, ella no es una modelo típica. Ante todo su rol de activista y su matiz político siguen en primer plano.

Lo suyo no es solo vender telas, sino hacer campaña para evitar la abstención en las próximas elecciones de Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre de este año. A través de su imagen, que inevitablemente remitirá siempre al Despacho Oval, une a la casa Reformation con una organización que promueve la participación electoral.

Esta plataforma, llamada Vote.org, se define como «no partidista» -algo crucial en un país resquebrajado tanto en lo social como en lo racial, con un polo cada vez más radical-, y tiene el objetivo de que «el voto sea más accesible para todos los estadounidenses». Desde la colección de Lewinsky se puede saltar a la web de Vote, donde proveen información de fechas, lugares y formas de ejercer el sufragio.

Con una gabardina de cuero de 898 euros (con envío gratuito a España en menos de cinco días), Lewinsky dice: «Votar es usar tu voz para ser escuchado y esto es lo que mejor define nuestra democracia». Su frase flota junto a otros conjuntos, del que resalta uno rojo fuego con las botas a juego.

Además de la mezcla entre participación electoral y exclusiva moda femenina, de esta campaña llama la atención que a Lewinsky la emparejen con otras modelos con la misma ropa. De las profesionales dan las medidas («mide 180 cm, 58 de cintura, 86 de cadera y 81 de busto», pero no de la activista. De ella hay otra frase: «Si no quieres quejarte durante los próximos cuatro años, tienes que salir y votar». Aquí, más que la talla, importa el intelecto.