Mauricio iza su bandera en un atolón del Índico

El embajador de Mauricio en la ONU, Jagdish Koonjul, presidió el acto. A través de la megafonía del barco que trasportó a la expedición, el presidente de la república, Pravind Jugnaught, envió «un mensaje al mundo, como Estado soberano del archipiélago de Changos, de que administraremos bien su territorio, su seguridad marítima, la conservación de su medio ambiente marino y el retorno de los chagosianos de origen».

Se estimaban en torno a mil los forzados a abandonar el archipiélago en 1971. Suman ahora unos 3.000 en el Reino Unido y entre 1.500 y 2.000 en Mauricio. Cinco de ellos regresaron por primera vez a su tierra. Olivier Blancourt, que inició querellas en Londres y ahora reside en Mauricio, expresó su rabia a los periodistas presentes. «Si fuésemos blancos como los habitantes de las Malvinas, no nos tratarían así», dijo.

El archipiélago fue descubierto por los portugueses, ocupado después por los neerlandeses y conquistado por los franceses en el siglo XVIII. Crearon plantaciones de cocoteros con mano obra de esclavos traídos de diferentes lugares. Al final de las guerras napoleónicas, pasó a soberanía británica. Era parte de Mauricio por conveniencia de los colonizadores hasta la independencia de la gran isla, en 1968.

Dos años antes, Londres llegó a un acuerdo con Washington para comprar las tierras de Diego García. Compensó con unos cincuenta millones de euros actuales a Mauricio para que aceptase que el archipiélago fuese desgajado, y ha suministrado ayudas a los refugiados chagosianos a través de Mauricio o directamente a los residentes en Inglaterra. Estados Unidos se hizo cargo de la construcción de la base.

El embajador Koonjul afirmó en su su discurso en Peros Banhos: «Estamos llevando a cabo un acto simbólico de izar la bandera, como han hecho los británicos tantas veces para establecer colonias. Pero nosotros estamos reclamando lo que siempre fue nuestro». La ONU puede darles la razón, pero, como ocurre con las Malvinas o Gibraltar, la política y la fuerza no son favorables a los demandantes.

Diego García es una «plataforma indispensable» para el Pentágono, la mayor fuera de su territorio. Cuenta con puertos convencionales y de submarinos nucleares, dos pistas para aviones y un gran radar. Favorece la logística y la vigilancia en el este de África, Oriente Próximo y el sur de Asia. Los británicos prometieron a Mauricio que les devolverían el archipiélago cuando se desmantele la base. Su contrato con Washington era de cincuenta años y se extendió otros veinte en 2016.

Si británicos y estadounisenses descartan el abandono de la base y la repoblación, refugiados chagosianos también expresan su rechazo a las ambiciones soberanistas de Mauricio. Se quejan de que no han sido bien tratados por los gobernantes de Port Louis, de haber sido marginados en el país más pacífico de África y uno de los países más ricos. El turismo y un centro financiero son fuentes importantes de su renta nacional.