Joaquín Aldeguer

'Hemedti', Maquiavelo en Jartum

Perfil | ·

Mohamed Hamdan Dagalo, que ha desatado una guerra para hacerse con el poder en Sudán, es un consumado estratega político y militar, que ya ejercía en la sombra como el hombre más poderoso del país africano

Sábado, 29 de abril 2023, 13:06

Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', ha mostrado, por fin, todas sus cartas y la verdad es que son muy buenas. El premio de esta partida también resulta ambicioso y es que el ganador se lleva Sudán. No hay naipes marcados ni sorpresas, en realidad. Este ... militar y político ya ejercía como el hombre más poderoso del país africano, pero, hace dos semanas, al parecer, se propuso abandonar su discreto segundo plano y hacerse con el ejecutivo por la fuerza. Abdelfatah Al Burhan, presidente del Consejo de Soberanía de Transición, no se amilanó y, desde entonces, intenta sofocar las aspiraciones de su segundo, sostenidas por su control de las milicias de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La consecuencia es una batalla en el corazón de la capital Jartum.

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Hay que retrotraerse en el tiempo para explicar este conflicto inesperado, aunque no sabemos con precisión hasta cuándo. Las biografías ni siquiera precisan el año en el que nació este señor de la guerra, posiblemente 1974 o 1975, en el seno de la tribu Rizeigat, formada por nómadas árabes procedentes de Chad y asentados en la región occidental de Darfur. El futuro líder tan sólo recibió una formación primaria antes de dedicarse al comercio de camellos, según algunas hipótesis. Posiblemente, el origen de sus tropas se halle en esa guardia pretoriana que recabó para proteger aquel comercio de animales.

La irresistible ascensión política y militar de 'Hemedti' tuvo lugar, en cualquier caso, hace un par de décadas. Cuando el conflicto estalló entre las tribus negras y campesinas y aquellas árabes y ganaderas en Darfur, él tomo partido por los suyos y se convirtió en el líder de los 'janjaweed', los guerrilleros a caballo que devastaron las aldeas de sus rivales. Su leyenda y el interés de la Corte Penal Internacional comenzaron a pergeñarse en esas 'razzias' indiscriminadas que le proporcionaron los galones de general de brigada. No fueron escaramuzas aisladas. La operación 'Verano Decisivo' en 2014 constituyó una gigantesca campaña plagada de masacres de civiles, violaciones y destrucción de infraestructuras, destinadas a forzar la limpieza étnica.

El sentido de la oportunidad parecía inherente a estas estrategias de muerte. El caudillo se hizo con las minas de oro darfuríes, base para crear el grupo Al Gunade, firma familiar dedicada a la exportación del preciado mineral a los Emiratos y que, pronto, se extendió al tráfico de otros metales y el negocio del transporte.

Pero él quería más. La creación de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) fue una iniciativa apoyada por el presidente Omar al-Bashir, un tirano de manual, para doblegar a las guerrillas contrarias y contó con el apoyo de los servicios de inteligencia. Increíblemente, el Estado dotó de rango jurídico a una entidad paramilitar, pero el poder de Hamdan Dagalo ya suponía entonces un factor de enorme magnitud. Con ocasión de una trifulca con su benefactor, amenazó con marchar hacia Jartum. Todo apunta que el gobierno apaciguó a su protegido, pero que él no olvidó aquella pretensión.

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En 2018 traicionó al presidente Al Bashir, para el que había dirigido las RSF, sinónimo de terror

El tirano se valió de los milicianos para reprimir a la oposición desde la arbitrariedad y la absoluta impunidad. Las RSF se convirtieron en sinónimo de terror en todo el país. Pero la crisis se acentuaba en un país desgarrado por la secesión de sus territorios meridionales, los más ricos en petróleo. De nuevo, la perspicacia de 'Hemedti' se puso de manifiesto. En 2018, las protestas por la supresión de ciertos subsidios se volvieron una marcha contra el régimen. Oportunamente, el general se decantó por las masas y contribuyó eficazmente a la caída de Al Bashir.

La posición del militar se volvió aún más compleja. Como miembro del Consejo Militar de Transición, órgano que debía conducir a la democracia, presidió las mesas de negociaciones con diversas facciones guerrilleras que luchaban en la periferia del país. En su calidad de responsable de las fuerzas paramilitares, reprimía las manifestaciones provocando más de cien muertos.

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Suicidio político

En un extraño camino hacia un lugar imposible, 'Hemedti' acordaba en 2019 una transición con los movimientos civiles que debía conducir a la puesta en marcha de una Constitución y la convocatoria de elecciones a las que no podían concurrir los artífices del cambio. Firmaba su suicidio político y el de las fuerzas armadas, enorme conglomerado con intereses económicos sobre todo en la agricultura comercial y la extracción de minerales.

La idea de un gobierno ajeno a estos intereses resultaba utópica. Dos años después, se aliaba con Al Burhan para dar un golpe de Estado. Su marcha sobre Jartum se produce tras el fallido proceso de transmisión de poderes a los civiles. El desenlace de esta crisis es sumamente incierto, pero los antecedentes de Somalia y Libia se antojan inquietantes.

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El recurso a la armas podría hacernos creer que su posición se ha degradado. Nada más lejos. 'Hemedti' aduce que el uso de la fuerza ha venido motivada por el islamismo radical de Al Burhan, hasta ahora desconocido. Su política exterior también ha sido todo un prodigio. Tras apoyar el nacionalismo aislacionista de Al Bashir, ha girado hacia Arabia Saudí y Emiratos convirtiéndose en un aliado estratégico en la guerra de Yemen. Además, su cuenta de Twitter muestra las conversaciones con las cancillerías occidentales y el comisario Josep Borrell mostrando un espíritu dialogante y conciliador favorecedor, por ejemplo, de las evacuaciones de extranjeros. Sin duda, Maquiavelo sonreiría.

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