La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebra la victoria electoral junto a sus compañeros de la CDU, en Berlín. AFP

Von der Leyen sale reforzada y persigue rescatar a la Gran Coalición de su desgaste

La candidata del EPP pide responsabilidad ante el auge de la ultraderecha y asegura que hay «una mayoría que aguanta»

Olatz Hernández

Corresponsal. Bruselas

Lunes, 10 de junio 2024, 20:58

El Partido Popular Europeo (EPP) y su candidata a presidir la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fueron los grandes ganadores de la noche electoral. Se hicieron con 185 escaños en la Eurocámara, nueve asientos más de los que tenían en el hemiciclo saliente, unos ... resultados que sirvieron como moción de confianza a la gestión de la política alemana durante cinco años al frente del Ejecutivo de Bruselas. Tras conocer los resultados, Von der Leyen aseguró que tratará de revalidar la Gran Coalición entre populares, socialdemócratas (S&D) y liberales (Renew) para un segundo mandato que será más desafiante que el anterior.

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«Hay una mayoría de centro que apuesta por una Europa fuerte y que aguanta. Iniciaré los contactos con el S&D y Renew», apuntó. La alemana tiene el favor de líderes europeos como el canciller Olaf Scholz y el líder francés Emmanuel Macron -de la familia política de los liberales- que confía en ella para dar «estabilidad y continuidad» al Ejecutivo comunitario. Con Alemania y Francia de su parte y sin grandes aspirantes alternativos, será complicado que los Estados miembros propongan un nombre diferente para el puesto.

El reparto de cargos en la Comisión, el Consejo y la Eurocámara podría decidirse en la reunión informal que mantendrán los líderes europeos el 17 de junio en Bruselas. La cita servirá para tratar de configurar el equilibrio entre Estados miembros y familias políticas para los altos puestos comunitarios, conocidos como los 'top jobs'.

Una vez fuera designada por los Veintisiete, a Von der Leyen también le darían los números para su ratificación en la Eurocámara con el apoyo de socialdemócratas y liberales. El candidato socialista y comisario de Empleo, Nicolas Schmit, se mostró dispuesto a «una fuerte cooperación con todas las fuerzas democráticas» del Parlamento. Por su parte, la vicepresidenta de Renew, Iskra Mihaylova, destacó que su grupo «estará en el centro de la mayoría para crear políticas que den soluciones». En la nueva Eurocámara estos tres grupos políticos sumarían 401 escaños, muy por encima de la mayoría de 361 votos que necesita.

Un mandato complicado

Pero más allá de la formación de la Comisión Europea, el Ejecutivo de Von der Leyen afrontará mayores complicaciones a la hora de desarrollar determinadas estrategias debido al giro hacia la derecha que ha dado la Eurocámara. En el hemiciclo no se practica la disciplina de voto y los grupos no suelen alinearse habitualmente en bloques para apoyar o tumbar leyes. «Los extremos en la derecha y la izquierda han ganado fuerza en estas elecciones. Por ello, estos resultados vienen con una gran responsabilidad. Construiremos un bastión contra los extremos, junto a aquellos que compartan nuestros valores proeuropeos», destacó Von der Leyen en la noche electoral.

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Reunión de líderes

El 17 de junio tratarán de repartir los puestos de la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento

El Parlamento negocia junto al Consejo Europeo las leyes propuestas por la Comisión y tiene la última palabra en su desarrollo. En esa relación cobra indudable importancia el aumento de escaños de los Conservadores y Reformistas (ECR) -grupo en el que se integran Vox y el partido de Georgia Meloni-, con 73 representantes, y el de Identidad y Democracia (ID), otro partido de extrema derecha, que integra a partidos como el de Marine Le Pen y que ha sumado 58 escaños. Queda por ver, además, cómo influirá la entrada de casi medio centenar de eurodiputados más a la formación de grupos del hemiciclo.

A los analistas les preocupa la influencia que pueda representar esta extrema derecha en el avance en la integración europea en materia política y económica; el endurecimiento de las estrategias migratorias y de asilo; la resistencia a las políticas medioambientales; el retroceso en los derechos y libertades de las minorías; un giro proteccionista en lo económico y una política exterior más fragmentada ante países como Estados Unidos y China.

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Posibles alianzas

Aunque la escalada de estos grupos no se haya notado demasiado en números absolutos, su avance en países como Francia, Austria, Bélgica, Países Bajos y Alemania -hogar de Von der Leyen y donde AfD logró 15 escaños- hace temer un desgaste de la Gran Coalición. El candidato de La Izquierda, Walter Baier, destacó que este fenómeno se debe «al aumento del descontento ciudadano por las políticas de austeridad» y descartó cualquier tipo de alianza con la ultraderecha.

Equilibrios

El auge de la ultraderecha complicará la aprobación de leyes en la Eurocámara y requerirá concesiones

Lo mismo hizo el resto de grupos, salvo los populares. «No hay posibilidad para nosotros de cooperar con aquellos que quieren desmantelar la Europa que hemos construido», afirmó el candidato socialista. Von der Leyen, por su parte, tendió la mano al grupo ECR, con quien se mostró abierta a colaborar, pero sin comprometer su agenda para Europa, que incluye la lucha contra el cambio climático, la transición digital y la defensa de los valores fundamentales de la UE.

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Pero la ultraderecha no ofrecerá su apoyo a cambio de nada. Tampoco lo harán los Verdes, que a pesar de su caída mantienen 53 escaños y cuyo respaldo puede ser clave para sacar adelante ciertas políticas medioambientales. Exigirán a cambio una mayor ambición climática a Von der Leyen, una líder de ideas fijas, pero que en su anterior mandato hizo guiños a socialistas en materia de igualdad y salarios.

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