La UE veta la importación de oro ruso en su séptima ronda de sanciones

Estos castigos ya recibieron el lunes el respaldo de los ministros de Asuntos de Exteriores de los Veintisiete y este miércoles se ha logrado un acuerdo a nivel de embajadores para su adopción. Ahora, las sanciones pasarán un procedimiento formal por escrito y serán publicados en el diario Oficial de la UE antes de entrar en vigor, previsiblemente, este mismo jueves.

Tal y como apuntó en la reunión de cancilleres el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, el bloque comunitario enfrenta «una prueba de resistencia» contra Rusia y los Estados miembro «no pueden permitirse mostrar signos de fatiga».

«Las sanciones están funcionando y ahora debemos lograr que sean más eficaces», ha destacado. Y ese es precisamente el objetivo de esta séptima ronda, que busca cubrir algunos vacíos de los paquetes anteriores -para evitar que Rusia pueda saltárselos-, además de alinear al bloque comunitario con sus socios del G7, que ya había tomado medidas para prohibir las importaciones de oro ruso.

Los países europeos han ampliado también la lista de personalidades y entidades sancionadas por sus vínculos con el régimen de Vladímir Putin o por su implicación o apoyo a la invasión rusa en Ucrania. Los activos que esos individuos mantengan en Europa quedarán congelados y tendrán prohibida su entrada en territorio de la UE. Esa lista negra incluye a decenas de oligarcas, mandos militares y familiares del presidente ruso, así como entidades relacionadas con la guerra.

Ante la propaganda rusa, que acusa a Europa de la crisis alimentaria global desencadenada por la guerra, los Veintisiete se han comprometido a que las sanciones «no pongan en peligro» la seguridad alimentaria y energética. De este modo, la Unión autoriza a los Estados para que puedan «desbloquear» ciertos fondos de bancos rusos, «de ser necesarios para la compra, importación o transporte de productos alimentarios». En esa lista de excepciones se encuentran los productos como el trigo y los fertilizantes y siete entidades rusas se beneficiarán de esta medida.

Mientras, los dirigentes europeos acusan a Moscú de la escasez y aumento de precios de los alimentos. Las tropas rusas mantienen bloqueadas 20 millones de toneladas de grano ucraniano, que permanecen en los puertos del país a la espera de ser exportadas.

El retraso en la llegada de estos cereales está provocando escasez en países como Italia y Alemania y hambruna en los países del norte de África. Ante la falta de avances en las negociaciones para el desbloqueo de estos recursos, el jefe de la diplomacia europea ha insistido en que es «cuestión de vida o muerte» para decenas de miles de personas en todo el mundo.