La UE ultima el embargo al petróleo ruso respaldada por Alemania

El veto a las importaciones de crudo de Moscú está desde hace semanas sobre la mesa de negociación en la que los socios europeos deciden la próxima batería de sanciones al país. Mientras la Comisión Europea ultima su propuesta, países como Polonia o Irlanda han pedido un embargo «total e inmediato» al petróleo ruso, una medida que daría un duro golpe al Kremlin, puesto que la factura europea asciende a 48.000 millones de euros anuales, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).

La batería de sanciones también contará con el apoyo de Alemania, pieza clave para decantar la balanza europea, que ya ha anunciado que ha logrado reducir su dependencia energética lo suficiente. La medida, que se adoptaría de forma gradual y contaría con un periodo de transición, choca sin embargo con la negativa total de Hungría. Su presidente, el ultranacionalista Viktor Orbán, ya se ha mostrado dispuesto a pagar por el gas en rublos, saltándose las sanciones europeas.

Ante este panorama, la UE volvió a apelar este lunes a la unidad y aseguró que, por el momento, no hay riesgos de perturbación de suministro entre los consumidores particulares y el sector de la industria. «Moscú no es un suministrador de confianza y debemos responder con unidad y solidaridad, preparando nuestros planes de contingencia y aumentando nuestras reservas estratégicas», apuntó la comisaria de Energía, Kadri Simson.

En paralelo, el Ejecutivo comunitario prepara directrices más detalladas para las empresas que deben abonar sus pagos a Gazprom a final de mayo. Lo que está claro es que «pagar en rublos va en contra de las sanciones», dijo Simson.

Desde el inicio del ataque a Ucrania, el bloque comunitario trabaja para aumentar su independencia energética y buscar proveedores alternativos de petróleo y gas. De este modo, la UE pretende reducir su dependencia energética de Moscú en dos tercios. Con todo, la comisaria de Energía incidió en que «sustituir completamente el suministro de gas y petróleo ruso es imposible. Tenemos que diversificar y apostar por las renovables y la eficiencia energética».

La estrategia europea contempla el corto y largo plazo. En el periodo más inmediato, los Estados miembro trabajan para aumentar sus reservas estratégicas de gas para llegar al 80% de almacenamiento en octubre, con el inicio de la campaña de invierno.

Para ello, el bloque quiere apoyarse en la plataforma de compras conjuntas, que busca agregar la demanda y garantizar la seguridad de suministro. El compromiso estadounidense para administrar 15.000 millones de litros de gas natural licuado –GNL– al año también es una pata importante del plan europeo. Según confirmó Kadri Simson, el suministro de esta energía aumenta y ya ha alcanzado el nivel récord de 400 millones de litros al día.

Ante la pregunta de si la UE está preparada para un corte de gas y petróleo por parte de Rusia, la comisaria se puso de perfil y valoró el trabajo del bloque para reducir su dependencia energética. Un camino que los socios comunitarios deberán acelerar ahora, por lo que pudiera ocurrir.