La UE quiere acelerar las deportaciones y valora centros de retorno en terceros países

Fuentes diplomáticas confirmaron que existe un «consenso general» de que hace falta armonizar el sistema de retornos, en el que se contemplaría la ayuda de la agencia de control de fronteras Frontex. Las capitales discutieron «soluciones innovadoras» a la migración irregular, como la creación de «centros de devolución de ilegales». Aunque la idea se encuentra en una fase embrionaria, la presidencia húngara trabajará para ofrecer propuestas concretas de cara a la próxima reunión ministerial, que tendrá lugar en diciembre.

Esta misma semana el dirigente húngaro Viktor Orbán defendió ante el pleno de la Eurocámara que construir centros de detención de migrantes en terceros países es «la única solución» a la migración irregular, un sistema que ya planteó la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que quiere crear este tipo de instalaciones en Albania.

Y ellos no son los únicos que defienden esta postura. Quince países pidieron en mayo la creación de centros de retorno fuera de Europa para acelerar las devoluciones a los países de origen. Para Bélgica el sistema de retornos europeo es «el eslabón más débil» de toda la cadena y su secretaria de Estado de Migración y Asilo, Nicole de Moor, aseguró que se deben mejorar los ratios de deportaciones. Pidió, igualmente, acelerar la devolución de quienes supongan «una amenaza para la seguridad nacional».

Para acelerar estos procesos, la UE deberá cerrar más acuerdos con terceros países y existe un consenso para incluir esta cuestión en las asociaciones futuras del bloque.

La aplicación del Pacto de Migración y Asilo sigue siendo «una prioridad» de los Estados miembros, que exigen una solución común al desafío migratorio. «Cualquier decisión unilateral daña al pacto. Tenemos que movernos de forma unitaria, con un espíritu de solidaridad y de reparto equitativo dentro del bloque», destacó el ministro griego de Migración y Asilo, Nikolaos Panagiotopoulos, en referencia a los controles impuestos por Alemania.

El ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, se unió a las voces que piden «una implementación inmediata» del pacto migratorio y sostuvo que esta normativa ofrece el marco para agilizar las devoluciones, respetando los derechos fundamentales. Le fecha límite para concluir los trabajos legislativos y prácticos para implementar el pacto migratorio es el 31 de diciembre de 2026, pero la Comisión Europea asegura que apoyará cualquier paso para aplicarlo antes de esa fecha. La comisaria de Interior, Ylva Johansson, apuntó que las llegadas se han reducido un 40% en lo que va de año y que los retornos han aumentado un 18%, «aunque no vemos una reducción en las solicitudes de asilo».