La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el máximo responsable del Consejo Europeo, Charles Michel, en rueda de prensa en Pekín. Reuters

La UE presiona a China para que no se salte las sanciones a Rusia

Su primera cumbre en persona desde 2019 pone de relieve las discrepancias comerciales y sobre la guerra de Ucrania

Jueves, 7 de diciembre 2023, 20:01

Aunque era su primera cumbre en persona desde 2019, primero por la pandemia y luego por la política de 'Covid 0', no se esperaba mucho de la reunión mantenida este jueves en Pekín por los dirigentes de China y la Unión Europea debido a sus ... crecientes disputas comerciales y políticas. De hecho, se esperaba tan poco que ni siquiera se había preparado una declaración final conjunta ni se había previsto la típica firma de acuerdos habituales en estos casos.

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Si, hace cuatro años, la UE ya empezó a definir al autoritario régimen del Partido Comunista como un «rival sistémico», la opacidad de Pekín sobre los orígenes del Covid-19 y su postura cada vez más agresiva con Taiwán y en el mar del sur de China han enturbiado aún más sus difíciles lazos bilaterales, que ya venían dañados por la represión en Hong Kong y Xinjiang.

Pero, más allá de sus habituales tensiones comerciales y geopolíticas, el auténtico choque se ha debido a la guerra de Ucrania, que está afectando a los intereses básicos de Europa y donde Bruselas exige a Pekín que acabe con su apoyo a Rusia. No solo implícito por no condenar el conflicto y criticar siempre a Estados Unidos y la OTAN, sino también explícito por las ventas de algunas compañías chinas al Ejército ruso, que violan las sanciones de Bruselas contra Moscú. En concreto, son trece empresas que suministran al Kremlin equipamiento europeo que puede ser usado tanto para fines civiles como militares.

«Hemos identificado una lista de compañías que son sospechosas de jugar un papel eludiendo las sanciones y que tuvimos la ocasión de dejar claras en la preparación y durante esta cumbre», explicó Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insistió en la «necesidad de que China use toda su influencia sobre Rusia para detener esta guerra de agresión y se comprometa con el plan de paz de Ucrania». Además, reiteró que «se abstenga de suministrar equipamiento letal a Rusia y que impida sus intentos de socavar el impacto de las sanciones».

Ambos se reunieron con el presidente chino, Xi Jinping, quien prefirió hablar de negocios. Sin hacer ninguna mención a Ucrania ni a ningún otro tema candente, el comunicado emitido por Pekín informó de que Xi les recomendó que «China y la UE deberían ser socios para una beneficiosa cooperación mutua». Para ello, les sugirió que «nos guiemos al margen de varios tipos de interferencias», en clara alusión al supuesto seguidismo de Estados Unidos que Pekín achaca a la UE.

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Déficit comercial

Pero, si China no toma medidas con dichas empresas, Bruselas podría incluirlas en su próximo paquete de sanciones, lo que sería un evidente bochorno para Pekín y dañaría aún más las relaciones bilaterales.

A esta queja política sobre la guerra de Ucrania se suma la investigación que Bruselas abrió en octubre sobre los vehículos eléctricos chinos, último frente de batalla de un déficit comercial de la UE con Pekín que el año pasado ascendió a 390.000 millones de euros.

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Buscando una mejora de los lazos bilaterales, los líderes europeos le reclamaron a Xi «una relación estable, predecible y sostenible» y «unas relaciones comerciales equilibradas», abogando por la cooperación en materias como el cambio climático, la economía verde y digital y la inteligencia artificial. Todo ello en virtud de la «reducción de riesgos», pero no desacoplamiento, que propugna Von der Leyen.

Para congraciarse con los principales países europeos, China acaba de eximir de visado para estancias de dos semanas a los nacionales de Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y España. Pero ese gesto, que sin duda beneficia a los empresarios que quieren viajar al gigante asiático a hacer negocios, se ha visto empañado por la salida de Italia del programa de infraestructuras de las Nuevas Rutas de la Seda (Iniciativa de la Franja y la Ruta, en la terminología oficial).

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A pesar de todas discrepancias, fuentes diplomáticas aseguran a este diario que lo importante en estos momentos es que la comunicación entre la UE y China siga abierta.

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