Ucrania ha disparado por primera vez misiles británicos de largo alcance Storm Shadow hacia territorio ruso, según informa 'Bloomberg'. El diario 'The Times' añade que la región atacada es Kursk, donde las tropas de Kiev habían logrado algunos avances. Esta ofensiva llega tres días después ... de que Joe Biden autorizara a Ucrania a emplear en suelo ruso los cohetes de largo alcance ATACMS puestos por Estados Unidos a disposición de las tropas armadas ucranianas. El martes ya fueron lanzados contra instalaciones armadas del Kremlin.
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En esta ocasión, según 'The Times', han sido disparados doce misiles Storm Shadow, que tienen un alcance máximo de 560 kilómetros (los ATACMS rondan los 300). Según agencias rusas, han aparecido restos de estos artefactos en el frente de Kursk, donde el ejército de Moscú ha recibido la ayuda de soldados norcoreanos. El diario 'The Guardian' asegura que los objetivos de los misiles hna sido precisamente las tropas de Corea del Norte desplazadas en la localidad de Maryno. Un portavoz del primer ministro británico, Keir Starmer, ha dicho que su oficina no va a realizar comentarios sobre asuntos operativos.
La autorización dada por Biden ha sido clave. Los misiles británicos y franceses están fabricados en parte con componentes estadounidenses. Por eso, estos dos países aliados necesitaban la autorización de Washington para que los proyectiles puedan ser utilizados contra objetivos dentro de las fronteras de Rusia.
Gran Bretaña había anunciado previamente que Ucrania podría recurrir a misiles de crucero Storm Shadow dentro del territorio ucraniano, pero no sobre suelo ruso. El Gobierno de Volodímir Zelenski ha presionado durante meses a Estados Unidos y al resto de sus aliados para obtener permiso y para atacar objetivos dentro de Rusia. Primero fue Biden el que dio el visto bueno y ahora, según 'The Times', se suma el Gobierno británico.
A dos meses de que se produzca el relevo en la Casa Blanca y Donald Trump asuma oficialmente la presidencia de Estados Unidos, los acontecimientos se precipitan en el frente ucraniano. El magnate estadounidense y el presidente ruso, Vladímir Putin, mantienen una buena sintonía desde hace tiempo. Además, el líder republicano ya ha dicho que no va a seguir enviando ayuda armamentística a Kiev. Por eso, muchos analistas creen que la decisión de Biden de facilitar el uso de misiles de largo alcance, a la que acaba de sumarse Starmer, buscar forzar una negociación de paz antes de que Trump llegue a la presidencia de EE UU.
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