Ucrania intenta capitalizar el motín para dar impulso a la contraofensiva

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Rafael M. Mañueco

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También el líder de Ucrania sabe que el desmantelamiento del Grupo Wagner deja el frente sin uno de sus activos más duros. Por eso, este martes redobló los llamamientos a Occidente para que le envíe con urgencia más armas que él pueda derivar a un contragolpe. Esta operación está resultando más dificultosa de lo esperado y con avances menos extensos de lo previsto, según los analistas británicos.

Aun así, Zelenski celebró este martes que «nuestros guerreros han avanzado en todas las direcciones», lo que respresenta un «día feliz», salvo por el hecho de que Rusia volvió a bombardear algunas ciudades ucranianas. Entre ellas, varias explosiones sacudieron Kremenchuck, una localidad que recordaba cómo hace un año dos misiles rusos cayeron sobre un centro comercial matando a 21 civiles. Las tropas de Kiev han atravesado además el río Dniéper y logrado atrincherarse en la margen izquierda de Jersón, que sigue ocupada por los rusos.

Sobre este avance, el Reino Unido informó que la exrepública ha recuperado 300 kilómetros cuadrados de áreas invadidas, lo que supone «más territorio del que Rusia capturó en sus ofensivas de invierno». Sin embargo, el portavoz del Consejo de Seguridad de Estados Unidos, John Kirby, reveló que las tropas ucranianas se están encontrado con unas defensas militares que están causando numerosas bajas en ambos bandos. «Los rusos han invertido mucho en los últimos seis u ocho meses en términos de capacidades defensivas», explicó.

El saldo de las últimas tres semanas señala que las tropas ucranianas han recuperado ocho asentamientos. Otro enclave en el que se lucha «poco a poco, pero de forma segura, con avances diarios», es Bajmut, la ciudad escenario de los combates más encarnizados de la invasión. Así lo ha expresado la viceministra de Defensa, Hanya Malyar, quien reconoce que la estrategia de su ejército se ha aprovechado estos últimos cuatro días de la dedicación de los mercenarios de Wagner a la revuelta emprendida por su líder. Malyar admite, no obstante, que esta localidad y sus suburbios cuentan con un sistema de fortificaciones extraordinariamente complejo diseñado en su momento por los kievitas, pero que ahora controlan los rusos.