Teppo Tauriainen | Embajador de Suecia en España

«Los suecos apoyan a Ucrania aunque no piensan que Rusia vaya a invadirlos»

– El partido ultra Demócratas por Suecia fue el segundo más votado en las últimas elecciones. ¿Le preocupa su ascenso?

– Es una pena que un país como Suecia, que normalmente es muy abierto, esté en esa situación. El apoyo a este partido ha aumentado en los últimos diez años y especialmente después de 2015, cuando llegaron muchísimos inmigrantes y cambió un poco el sentimiento en la sociedad. Mucha gente está preocupada por la entrada de tantas personas porque ha visto que su integración no ha sido fácil. Eso creó la base para Demócratas por Suecia pero la mayoría de los partidos, desde la izquierda a la derecha, tiene hoy una política más restrictiva en cuanto a la inmigración.

– El propio Gobierno sueco pretende endurecer el acceso a las ayudas sociales por parte de migrantes no europeos. ¿Es una forma de frenar su llegada?

– Muchos países hemos tenido sistemas que de alguna manera han engañado a gente para venir con la promesa de que podían recibir dinero, pero ese dinero no es para atraer migrantes sino para ayudar a los que vienen. Ahora vamos hacia más condiciones para recibir esta ayuda. Hay barrios en las grandes ciudades donde sólo viven extranjeros y tienen pocos incentivos para integrarse o aprender sueco. El Gobierno sueco quiere impulsar eso.

– ¿La política migratoria es el principal reto de la UE?

– Es uno de ellos y por eso hemos utilizado tanto tiempo en Bruselas hablando de este tema. La sostenibilidad es otro, a lo mejor no tan palpable, pero esta ahí y vemos las consecuencias todos los días. En Suecia hemos demostrado que esa teoría de que pierdes desarrollo económico si introduces medidas de protección del medio ambiente no es verdad.

– El proceso de adhesión de Suecia en la OTAN está en marcha. ¿Esperaba que fuera un camino más corto y más sencillo?

– Lo que pasó en Ucrania fue tan excepcional que los partidos políticos de Suecia tomaron muy rápido la decisión. El proceso después ha sido un poco largo pero no depende de nosotros, somos parte de un juego internacional y estamos en manos de algunos países.

– ¿Cree que Rusia podría invadir una nación como la suya?

– No creo que los suecos teman o piensen que Rusia va a invadir su país. Es más bien la cercanía con Ucrania y que los rusos han actuado contra todos los principios en los que habíamos creído en los últimos veinte o treinta años en cuanto a la seguridad europea. Si no jugamos según las reglas acordadas, ¿qué mundo vamos a tener?

– La guerra en Ucrania continúa pero su presidente, Volodímir Zelenski, no oculta su temor a que caiga en el olvido. ¿Es un miedo infundado?

– Nosotros también vemos que hay este riesgo, pero nuestra posición es clara: tenemos que seguir apoyando a Ucrania pase lo que pase. Ahora no es tiempo de dejar a Ucrania, no puede haber una situación en la que pierda, eso sería muy negativo para los principios y los valores en los que creemos.

– Uno de los principales problemas en su país es la lucha entre bandas, con decenas de muertos. ¿Qué ha pasado para llegar a este punto?

– Depende de muchos factores: algo tiene que ver la falta de integración de los inmigrantes, las drogas... Hay muchas medidas que el Gobierno intenta introducir para limitar estos tiroteos porque, para nuestra situación doméstica, es el tema más preocupante para la gente y, además, ha involucrado a muchos jóvenes que las bandas utilizan para el trabajo sucio.

– Suecia es uno de los países reacios a que el catalán, el gallego y el euskera sean lenguas oficiales en la UE. ¿Por qué?

– En nuestro caso se trata de una razón económica y de evitar que el trabajo en la UE sea aún más complicado, que ya lo es bastante, pero lo más importante son los costes. Estamos en una situación presupuestaria difícil tanto en Suecia como en la UE y debemos usar los recursos lo mejor posible, Además, Suecia, como otros países, ha pedido un estudio sobre las consecuencias de la propuesta y todavía no lo hemos recibido.

– Su país pasó a España el testigo de la presidencia europea. ¿En qué miran los suecos a los españoles?

– Tenemos una imagen muy positiva de los españoles y una larga historia juntos. Muchos suecos vinieron a España después de la Segunda Guerra Mundial para hacer negocios y también empezamos la onda turística. Aquí se vive muy bien, hace buen tiempo, se come bien, la gente es amable...

– ¿Cómo ha cambiado España desde que lo visitó por primera vez en los ochenta?

– Es otro país, mucho más abierto al mundo, internacional, pero no ha perdido su alma.