La tensión contra Francia resurge en Nueva Caledonia y se contagia a la isla de Martinica

Los muertos de este jueves eran dos jóvenes, de 29 y 30 años, de la tribu de Saint-Louis, uno de los feudos independentistas de Nueva Caledonia. Según el medio local 'Outre-mer la 1ere', la operación de los agentes tenía como objetivo «detener a una decena de individuos sospechosos de haber participado en acciones violentas durante los últimos cuatro meses». La coalición soberanista del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista lamentó «un jueves negro para el pueblo canaco».

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Las autoridades acusaban a los dos jóvenes de estar involucrados en un tiroteo con las fuerzas de seguridad a principios de julio en Saint-Louis, en la franja meridional de la isla principal del archipiélago. El acceso por carretera en esa zona está cortado desde mayo por la Policía francesa.

A medida que se calmó la situación en Nueva Caledonia -zona de choques entre canacos, habitantes de origen francés y las fuerzas de seguridad-, desaparecieron la mayoría de las barricadas y cortes de carreteras. El toque de queda nocturno sigue en vigor y se endurecerá en los próximos días en que conmemorarán el inicio de la colonización gala en 1853.

Mientras la tensión perdura en ese archipiélago del Pacífico, en Martinica llevan varias noches de protestas violentas contra la inflación y la carestía de la vida en esta isla caribeña con cerca de un 30% de la población por debajo del umbral de la pobreza y donde los alimentos son un 40% más caros que en la Francia metropolitana. Once policías y varios habitantes han resultado heridos en casi dos semanas de disturbios, que empezaron el 2 de septiembre. Afortunadamente, hasta el momento no se ha producido ningún muerto.