Temor en el Reino Unido por la liberación de 1.750 presos: «Querrá vengarse de mí»

Presos que habían sido condenados por violencia de género, por pertenecer a una pandilla o por traficar con drogas ya han sido liberados. Un ejemplo es Connar Shaw, que fue condenado en mayo de 2023 tras romperle la mandíbula a su pareja y estrangularla, además de amenazarla con arrojarle ácido en la cara. Su pena contemplaba 32 meses de prisión -desde agosto del año pasado- pero saldrá a la calle tras cumplir solo 13 de ellos entre rejas. Durante el juicio, su víctima manifestó terror por el día en el que fuera puesto en libertad: «Querrá vengarse de mí. Es un psicópata y tengo miedo de que un día acabe matándome».

La medida ha desatado la euforia entre algunos presos. Es el caso de Djaber Benallaoua, un hombre de 20 años que fue condenado por tráfico de drogas. «Esto me ha convertido en un votante del Partido Laborista de por vida», aseguró. Otros reclusos manifestaban su alegría brindando con champán junto a sus amigos. El Ejecutivo británico, consciente de la polémica añadida que podrían generar estas reacciones, reconoció que la liberación de centenares de reos es la respuesta a una «situación de emergencia». «De todos los escándalos que hemos heredado, el estado del sistema penitenciario y judicial es probablemente el peor de todos y es una decisión difícil», dijo en Sky News el ministro de Comercio, Jonathan Reynolds.

Durante las próximas seis semanas, el plan del Gobierno dejará a más de 5.000 presos que todavía no han cumplido su condena en las calles, algo que ha causado temor y preocupación entre los ciudadanos, ya que muchos de ellos piensan que los reos podrían reincidir. El número de reclusos en las cárceles británicas se sitúa en máximos históricos con más de 87.000 personas entre rejas. «La presión sobre nuestras prisiones es extrema. Tenemos la población (carcelaria) más alta que jamás se haya visto en este país», recordó este martes Martin Jones, inspector jefe de los servicios de libertad vigilada, en la BBC.

A pesar de que muchos de los presos liberados se hayan mostrado eufóricos ante el nuevo escenario que se les ha presentado, también existe la otra cara de la moneda. Según recoge el diario 'Daily Mail', hay exconvictos que hubieran preferido seguir en la cárcel: «Me gusta estar dentro; tengo una celda agradable y caliente, además de tres comidas al día y una televisión. Esta noche me sentaré en un banco».

Muchos de los presos terminan en la calle, sin un hogar en el que pasar la noche, lo que en muchas ocasiones les lleva a delinquir otra vez. Así lo relata Alan, uno de los reclusos liberados: «Acabas metiéndote en problemas de nuevo deliberadamente para que te vuelvan a meter en la cárcel. No es la vida que muchos de nosotros queremos».

Además, algunos de los familiares de los presos liberados también se han mostrado preocupados ante la posibilidad de que reincidan. La BBC recoge el testimonio de Andrew, un asesor jubilado que esperaba a que su hijo saliera de prisión después de cometer un delito relacionado con las drogas: «Ayer me llamó para decirme que tendría que volver a robar para tener beneficios. Como padre te preguntas si la cárcel no es un lugar más seguro que la calle para él. Es un dilema».

Según los datos del Ministerio de Justicia del Reino Unido, en el periodo comprendido entre julio y septiembre de 2022, alrededor de 21.000 de los 79.000 delincuentes volvieron a delinquir en un plazo de un año tras ser liberados, lo que supone una tasa del 26%. La infracción más común fue el robo, en el 31% de los casos.