Suecia blinda las fronteras ante el temor a atentados por las quemas del Corán

Suecia «no se apartará del respeto a la libertad de expresión», enfatizó el líder sueco, quien el pasado fin de semana analizó con su colega danesa, Mette Frederiksen, la situación creada por unas quemas del Corán que ambos gobiernos, el de Estocolmo y el de Copenhague, han condenado, pero que están amparadas por la Constitución de sus respectivos países. «Analizaremos cual debe ser el proceder de la Policía para impedir una quema pública del Corán si ello pone en peligro la seguridad nacional», añadió Kristersson.

En las pasadas semanas se han producido en Suecia y en Dinamarca sucesivas acciones de este tipo, protagonizadas por individuos que previamente habían solicitado y recibido la correspondiente autorización policial. Los principales ejecutores han sido el neonazi sueco-danés Rasmus Paludan y el refugiado iraquí Salwan Momika. Las quemas del Corán se han llevado a cabo frente a mezquitas, en barrios de alto porcentaje de inmigración o incluso ante la embajada de Irak en Estocolmo.

La reacción más virulenta del mundo islámico se dio en Bagdad, con el asalto e incendio de la embajada sueca por cientos de manifestantes. A los disturbios se han sumado conflictos diplomáticos entre Suecia y países como Turquía, que aún no ha formalizado la ratificación del país nórdico como miembro de la OTAN. La Organización de Cooperación Islámica (OCI) ha reclamado que se prohíban estos actos.