Seis personas perdieron la vida y ochenta y una tuvieron que ser hospitalizadas debido al incendio que tuvo lugar en la madrugada de este viernes en una residencia de ancianos en Milán. Se teme que el balance final de fallecidos pueda aumentar porque dos de ... los residentes de este asilo que tuvieron que ser ingresados en diversos centros médicos de esta provincia del norte de Italia se encuentran en situación muy grave tras sufrir intoxicaciones por respirar humo. Ésa fue precisamente la causa del deceso de cuatro de los ancianos (tres mujeres y un hombre) fallecidos, mientras que los dos restantes (dos mujeres) murieron carbonizados.
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El fuego, al parecer, se originó en la habitación donde dormían esas dos señoras, de 56 y 87 años, por causas aún por determinar, aunque los bomberos en principio consideran que no fue provocado. El incendio comenzó en la primera planta y no tardó en afectar también a la segunda planta de esta residencia, conocida como 'Casa per coniugi' y propiedad del Ayuntamiento de Milán, pero gestionada por una empresa privada.
El alcalde, Beppe Sala, que visitó el edificio a primera hora de la mañana, lamentó la tragedia aunque celebró la rapidez con la que uno de los empleados dio la voz de alarma, evitando así un balance de víctimas todavía más elevado. «Seis muertos es una cifra muy alta, pero podía haber ido peor», dijo Sala, esperando que no fallezca ninguno de los ancianos hospitalizados por la inhalación del humo provocado por las llamas.
El incendio dejó muy afectada una de las alas de esta residencia con 210 plazas, de las que estaban ocupadas 173 por personas no autosuficientes, varias de ellas con Alzheimer. Esta condición provocó que los miembros de los equipos de rescate tuvieran que sacar a los residentes «casi uno a uno en brazos», contó Sala. «El humo afectó a muchas habitaciones, que tienen las paredes ennegrecidas.
Las exhalaciones han sido tan letales como el fuego», consideró el alcalde, explicando que el Ayuntamiento trata de reubicar «lo antes posible» a los ancianos que vivían en este asilo en otras residencias adaptadas a personas que no son autosuficientes.
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La calle del Cinquecento, donde se encuentra la 'Casa per coniugi', fue cerrada al tráfico para permitir que pudieran trabajar en mejores condiciones los numerosos equipos del cuerpo de Bomberos y de los servicios médicos que se desplazaron al edificio. En la zona se congregaron algunos vecinos, como Lucia, que relató a los medios locales cómo los residentes del asilo «estaban en la ventana con trapos mojados en la cara esperando a que les salvaran». Poco a poco fueron sacándoles de sus habitaciones los miembros de los equipos de rescate. «Fue largo, algunos iban con comisión y otros vestidos. Lo hicieron muy bien. Los bomberos han estado fantásticos, al igual que la Protección Civil».
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